Una estructura que teje el futuro de diez municipios contra el despoblamiento
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Magnífica era de Alcudia de Monteagud |
ALMERÍA HOY / 13·04·2025
En el corazón de la provincia de Almería, lejos de los focos turísticos de la costa, existe una entidad que parece trabajar silenciosamente por el futuro de diez municipios con una rica historia y un encanto rural intacto. Se trata de la Mancomunidad de Municipios para el Desarrollo de los Pueblos del Interior, una figura que, para la mayoría de los almerienses, resulta una sorpresa al ser descubierta.En la provincia de Almería se contabilizan un total de ocho mancomunidades de municipios.
La constitución inicial de esta entidad se realizó en agosto de 2006, pero la formal tuvo lugar el 19 de julio de 2019 en un pleno celebrado en Alcudia de Monteagud. Esta idea de colaboración ya llevaba tiempo gestándose entre los ayuntamientos de Castro de Filabres, Tahal y Uleila del Campo. Una visión compartida de que la unión hace la fuerza, especialmente para localidades que, individualmente, podrían ver sus voces diluirse en el vasto territorio almeriense.
Hoy, la Mancomunidad agrupa a diez municipios, cada uno con su propia identidad y peculiaridades: Alcudia de Monteagud, Benitagla, Benizalón, Castro de Filabres, Lucainena de las Torres, Senés, Tahal, Turrillas, Uleila del Campo y Velefique. Al sumar sus habitantes, la cifra total apenas supera los 3.200 vecinos. Un número que subraya la fragilidad demográfica de la zona y la urgencia de acciones coordinadas para su desarrollo.
Los fines de esta unión municipal son ambiciosos según su constitución y abarcan áreas cruciales para el progreso de sus vecinos. Desde la promoción y el desarrollo rural y turístico, hasta la colaboración en la formación para el empleo y la gestión integral de servicios básicos de manera más eficiente. El objetivo principal es claro: promover, dinamizar y racionalizar el desarrollo económico y social de los municipios que la integran.
Para llevar a cabo estas metas, la Mancomunidad ha contado con presupuestos que intentan crecer cada año, lo que refleja una apuesta por fortalecer su capacidad de actuación. En 2024, se aprobó un presupuesto de 911.903,59 euros, cifra que ascendió a 1.141.967,87 euros para el año 2025, bajo la presidencia actual del alcalde de Lucainena de las Torres.
Un análisis de los ingresos de los municipios en 2022 revela una diversidad en su estructura económica. Localidades como Castro de Filabres y Tahal parecen tener una base económica más ligada al empleo activo, mientras que en Velefique las pensiones tienen un peso significativamente mayor, lo que podría ser un indicativo de una población más envejecida. Otros municipios muestran un equilibrio entre ambas fuentes de ingresos. Esta radiografía económica es crucial para entender los desafíos y las oportunidades de cada localidad.
Las acciones que la Mancomunidad ha puesto en marcha, especialmente en el ámbito del turismo, resultan intentos por movilizar a la población. Consciente del potencial de estos pueblos, se han señalizado rutas, creado una página web promocional y rehabilitado espacios como el centro de interpretación del Trabajo Tradicional en Uleila del Campo o la Vía Verde de Lucainena de las Torres que también se presenta como un atractivo para los amantes del senderismo y la naturaleza. Además, la Mancomunidad ha invertido en infraestructuras, mejorando aparcamientos y accesos, y recuperando patrimonio histórico. En el ámbito del empleo, se han impulsado talleres de formación enfocados en el sector turístico.
El modesto crecimiento poblacional en los últimos cinco años, con apenas un centenar de nuevos habitantes en el conjunto de los diez municipios, plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas implementadas hasta ahora para revertir la tendencia demográfica. La despoblación es un fenómeno complejo que requiere estrategias a largo plazo y la implicación de diversos actores. Sin embargo, se percibe una esperanza en esta unión municipal. La sensación de que, juntos, tienen más fuerza para negociar ayudas, para poner en marcha proyectos que individualmente serían impensables, y para dar a conocer la riqueza oculta de esta Almería interior.
DIEZ CON ENCANTO
Pero independientemente del organismo creado, éste puede ser un espacio para iniciar el ‘descubrimiento’ de sus pueblos.
Así, se nos presenta Castro de Filabres, situado en la Sierra de los Filabres, que destaca por los bellos paisajes montañosos que ofrece y por su notable antigüedad. Su origen como campamento (etimología de su nombre) se remonta a los siglos VI o VII, como atestiguan sus estrechas callejuelas. La iglesia parroquial de la Anunciación, construida en el siglo XVII, es un ejemplo significativo de la arquitectura religiosa de la zona.
Por su entorno natural es conocido Velefique, puerta de entrada a la Sierra de los Filabres y punto de partida de numerosas rutas de senderismo. Fue cuna, en el s. XII, de uno de los más representativos santones del Islam, el poeta Sidi Abuh Ishaq Ibrahim, sobre cuya tumba se edificó en Marrakech la mezquita de Sidi Ishaq; también nació Abul Barakat Ibn Alhavy que alcanzó el rango de gran Cadí de Granada.
Senés sobresale por su rica tradición agrícola y sus fértiles huertas. La iglesia parroquial de Santa María, del s. XV que tiene el origen en una mezquita y conserva el minarete y el mihrab con algunas columnas en el suelo y el patio de las abluciones, es un monumento de interés.
El elemento más característico de Alcudia de Monteagud es la torre de Alhabia, vestigio de su pasado medieval y que ofrece vistas panorámicas del entorno. También la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Como curiosidad, el municipio posee la era más grande de la provincia con 1.400 m2.
Tahal invita a recorrer sus estrechas calles de origen árabe, admirando sus típicas casas encaladas. La iglesia parroquial de Santa María se erige como un hito en su paisaje urbano. La historia de Tahal también está marcada por un luctuoso acontecimiento durante la Guerra Civil, cuando en septiembre de 1936, 86 hombres fueron víctimas de la violencia y arrojados al pozo de Cantavieja.
Pequeño pueblo enclavado en la montaña, Benitagla, es el que menos habitantes tiene, contando 58 en la actualidad. Destaca por su tranquilidad y el encanto de sus casas tradicionales adaptadas a la orografía del terreno. La Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad y sus fiestas, son atractivos para cualquiera.
El paisaje de Benizalón se caracteriza por las formaciones geológicas singulares de la Sierra de los Filabres. En la cima del Cerro de Monteagud se erige la ermita que alberga la venerada "Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Monteagud", también conocida como "La Virgen de la Cabeza". Resguardada en una ribat musulmana llamada Montahur, esta imagen es objeto de devoción para numerosos peregrinos.
Uleila del Campo se dedica principalmente a la agricultura y cultivo de la almendra y el olivo, la ganadería y la apicultura. La cueva de la Mora del neolítico y su iglesia parroquial de Santa María, del s. XVIII son lugares destacados para visitar.
En la época neolítica ya había vestigios de explotaciones de metales en la montaña de Lucainena de las Torres. En el siglo XIX hubo un auge de la minería de hierro de la que aún se pueden ver algunos restos de las instalaciones, así como ocho hornos de calcinación del año 1896. Es considerado uno de los pueblos más bonitos de España, con su arquitectura cuidada, sus calles floridas y su pasado minero bien conservado.
Y, por último Turrillas, que destaca por su entorno natural, rodeado de montañas y paisajes áridos típicos del interior de Almería. Su iglesia parroquial es un edificio sencillo, pero con encanto. La época de mayor esplendor se dio a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando vivió también el auge en la minería del hierro, llegando a ser hogar de hasta 1400 habitantes.
DESAFÍO Y ESPERANZA
En resumen, el desconocido (para la gran mayoría) organismo supramunicipal, la ‘Mancomunidad de Municipios para el Desarrollo de los Pueblos del Interior’ pretende ser, según su página web, una herramienta fundamental para el futuro de estos pequeños territorios. Su capacidad para coordinar esfuerzos, acceder a recursos y promover un desarrollo integral ofrece una vía para afrontar los desafíos del mundo rural. Si bien los resultados demográficos actuales pueden generar interrogantes, es probable que, sin esta unión, el panorama para estos pueblos almerienses sería aún más desafiante. El análisis detallado de los proyectos en curso y su impacto real en la economía y el empleo será clave para evaluar su contribución a la revitalización de esta valiosa comarca almeriense.
La constitución inicial de esta entidad se realizó en agosto de 2006, pero la formal tuvo lugar el 19 de julio de 2019 en un pleno celebrado en Alcudia de Monteagud. Esta idea de colaboración ya llevaba tiempo gestándose entre los ayuntamientos de Castro de Filabres, Tahal y Uleila del Campo. Una visión compartida de que la unión hace la fuerza, especialmente para localidades que, individualmente, podrían ver sus voces diluirse en el vasto territorio almeriense.
Hoy, la Mancomunidad agrupa a diez municipios, cada uno con su propia identidad y peculiaridades: Alcudia de Monteagud, Benitagla, Benizalón, Castro de Filabres, Lucainena de las Torres, Senés, Tahal, Turrillas, Uleila del Campo y Velefique. Al sumar sus habitantes, la cifra total apenas supera los 3.200 vecinos. Un número que subraya la fragilidad demográfica de la zona y la urgencia de acciones coordinadas para su desarrollo.
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Población al comienzo de la Mancomunidad y en la actualidad |
Los fines de esta unión municipal son ambiciosos según su constitución y abarcan áreas cruciales para el progreso de sus vecinos. Desde la promoción y el desarrollo rural y turístico, hasta la colaboración en la formación para el empleo y la gestión integral de servicios básicos de manera más eficiente. El objetivo principal es claro: promover, dinamizar y racionalizar el desarrollo económico y social de los municipios que la integran.
Para llevar a cabo estas metas, la Mancomunidad ha contado con presupuestos que intentan crecer cada año, lo que refleja una apuesta por fortalecer su capacidad de actuación. En 2024, se aprobó un presupuesto de 911.903,59 euros, cifra que ascendió a 1.141.967,87 euros para el año 2025, bajo la presidencia actual del alcalde de Lucainena de las Torres.
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Renta bruta por persona al año y origen de los ingresos |
Un análisis de los ingresos de los municipios en 2022 revela una diversidad en su estructura económica. Localidades como Castro de Filabres y Tahal parecen tener una base económica más ligada al empleo activo, mientras que en Velefique las pensiones tienen un peso significativamente mayor, lo que podría ser un indicativo de una población más envejecida. Otros municipios muestran un equilibrio entre ambas fuentes de ingresos. Esta radiografía económica es crucial para entender los desafíos y las oportunidades de cada localidad.
Las acciones que la Mancomunidad ha puesto en marcha, especialmente en el ámbito del turismo, resultan intentos por movilizar a la población. Consciente del potencial de estos pueblos, se han señalizado rutas, creado una página web promocional y rehabilitado espacios como el centro de interpretación del Trabajo Tradicional en Uleila del Campo o la Vía Verde de Lucainena de las Torres que también se presenta como un atractivo para los amantes del senderismo y la naturaleza. Además, la Mancomunidad ha invertido en infraestructuras, mejorando aparcamientos y accesos, y recuperando patrimonio histórico. En el ámbito del empleo, se han impulsado talleres de formación enfocados en el sector turístico.
El modesto crecimiento poblacional en los últimos cinco años, con apenas un centenar de nuevos habitantes en el conjunto de los diez municipios, plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas implementadas hasta ahora para revertir la tendencia demográfica. La despoblación es un fenómeno complejo que requiere estrategias a largo plazo y la implicación de diversos actores. Sin embargo, se percibe una esperanza en esta unión municipal. La sensación de que, juntos, tienen más fuerza para negociar ayudas, para poner en marcha proyectos que individualmente serían impensables, y para dar a conocer la riqueza oculta de esta Almería interior.
DIEZ CON ENCANTO
Pero independientemente del organismo creado, éste puede ser un espacio para iniciar el ‘descubrimiento’ de sus pueblos.
Así, se nos presenta Castro de Filabres, situado en la Sierra de los Filabres, que destaca por los bellos paisajes montañosos que ofrece y por su notable antigüedad. Su origen como campamento (etimología de su nombre) se remonta a los siglos VI o VII, como atestiguan sus estrechas callejuelas. La iglesia parroquial de la Anunciación, construida en el siglo XVII, es un ejemplo significativo de la arquitectura religiosa de la zona.
Por su entorno natural es conocido Velefique, puerta de entrada a la Sierra de los Filabres y punto de partida de numerosas rutas de senderismo. Fue cuna, en el s. XII, de uno de los más representativos santones del Islam, el poeta Sidi Abuh Ishaq Ibrahim, sobre cuya tumba se edificó en Marrakech la mezquita de Sidi Ishaq; también nació Abul Barakat Ibn Alhavy que alcanzó el rango de gran Cadí de Granada.
Senés sobresale por su rica tradición agrícola y sus fértiles huertas. La iglesia parroquial de Santa María, del s. XV que tiene el origen en una mezquita y conserva el minarete y el mihrab con algunas columnas en el suelo y el patio de las abluciones, es un monumento de interés.
El elemento más característico de Alcudia de Monteagud es la torre de Alhabia, vestigio de su pasado medieval y que ofrece vistas panorámicas del entorno. También la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Como curiosidad, el municipio posee la era más grande de la provincia con 1.400 m2.
Tahal invita a recorrer sus estrechas calles de origen árabe, admirando sus típicas casas encaladas. La iglesia parroquial de Santa María se erige como un hito en su paisaje urbano. La historia de Tahal también está marcada por un luctuoso acontecimiento durante la Guerra Civil, cuando en septiembre de 1936, 86 hombres fueron víctimas de la violencia y arrojados al pozo de Cantavieja.
Pequeño pueblo enclavado en la montaña, Benitagla, es el que menos habitantes tiene, contando 58 en la actualidad. Destaca por su tranquilidad y el encanto de sus casas tradicionales adaptadas a la orografía del terreno. La Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad y sus fiestas, son atractivos para cualquiera.
El paisaje de Benizalón se caracteriza por las formaciones geológicas singulares de la Sierra de los Filabres. En la cima del Cerro de Monteagud se erige la ermita que alberga la venerada "Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Monteagud", también conocida como "La Virgen de la Cabeza". Resguardada en una ribat musulmana llamada Montahur, esta imagen es objeto de devoción para numerosos peregrinos.
Uleila del Campo se dedica principalmente a la agricultura y cultivo de la almendra y el olivo, la ganadería y la apicultura. La cueva de la Mora del neolítico y su iglesia parroquial de Santa María, del s. XVIII son lugares destacados para visitar.
En la época neolítica ya había vestigios de explotaciones de metales en la montaña de Lucainena de las Torres. En el siglo XIX hubo un auge de la minería de hierro de la que aún se pueden ver algunos restos de las instalaciones, así como ocho hornos de calcinación del año 1896. Es considerado uno de los pueblos más bonitos de España, con su arquitectura cuidada, sus calles floridas y su pasado minero bien conservado.
Y, por último Turrillas, que destaca por su entorno natural, rodeado de montañas y paisajes áridos típicos del interior de Almería. Su iglesia parroquial es un edificio sencillo, pero con encanto. La época de mayor esplendor se dio a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando vivió también el auge en la minería del hierro, llegando a ser hogar de hasta 1400 habitantes.
DESAFÍO Y ESPERANZA
En resumen, el desconocido (para la gran mayoría) organismo supramunicipal, la ‘Mancomunidad de Municipios para el Desarrollo de los Pueblos del Interior’ pretende ser, según su página web, una herramienta fundamental para el futuro de estos pequeños territorios. Su capacidad para coordinar esfuerzos, acceder a recursos y promover un desarrollo integral ofrece una vía para afrontar los desafíos del mundo rural. Si bien los resultados demográficos actuales pueden generar interrogantes, es probable que, sin esta unión, el panorama para estos pueblos almerienses sería aún más desafiante. El análisis detallado de los proyectos en curso y su impacto real en la economía y el empleo será clave para evaluar su contribución a la revitalización de esta valiosa comarca almeriense.