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Una microalga autóctona de Almería estimula el crecimiento de los geranios

La Universidad de Almería y el Centro de Investigación de Energía Solar ha descubierto este efecto



ALMERÍA HOY / 17·03·2025

Una microalga autóctona de Almería tiene un efecto bioestimulante en el desarrollo y crecimiento de plantas ornamentales, concretamente en geranios. Un equipo del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería (UAL) y del Centro de Investigación de Energía Solar, CIESOL, ha demostrado este efecto. Se trata de la microalga Scenedesmus almeriensis.

Según un comunicado de la Junta de Andalucía, frente a los fertilizantes tradicionales, los bioestimulantes no aportan nutrientes directamente. En cambio, optimizan la manera en que la planta los absorbe y utiliza.

El estudio ha sido financiado a través de dos proyectos de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, RE USE y BLUE FUTURE, y un tercero del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Sus resultados demostraron que la biomasa extraída de esta microalga puede potenciar el crecimiento y floración. En definitiva, el buen estado de salud de los cultivos.

Aunque con diferencias según el tipo de agua en el que se produce, en ambos casos aumentó la resistencia al estrés. Lo provoca ya sea por la salinidad del agua, la sequía o las temperaturas extremas propias de Almería. Este avance puede reducir la dependencia de fertilizantes químicos y optimizar el uso del agua en la agricultura.

DESCUBIERTA EN 2005

La Scenedesmus almeriensis es una microalga de agua dulce autóctona de Almería. Fue descubierta en 2005. Había crecido en aguas residuales. Era la primera vez que se exploraba su cultivo en el medio marino.

“Aunque se había demostrado el potencial bioestimulante de esta cepa, queríamos comprobar cómo cambian las propiedades al producirla en agua de mar, con el fin de reducir el consumo hídrico y mejorar la sostenibilidad”. Así lo explica a la Fundación Descubre, organismo dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, el investigador de la UAL Tomás Lafarga. Es uno de los autores del estudio.

En la primera parte del trabajo también participan investigadores de la Universidad Nacional de Agricultura (UNAG) de Honduras. En él comprobaron cómo la Scenedesmus almeriensis adapta su composición, velocidad de crecimiento e incluso la morfología como respuesta al estrés salino.

De esta forma, aunque la microalga que mejora los geranios se adapta al agua de mar, disminuye la velocidad de crecimiento. También han detectado un tamaño mayor y una forma más redonda en comparación con la cepa cultivada en agua dulce. Por otra parte, la biomasa tiene menor contenido en proteína, pero suficiente para generar un efecto positivo en las plantas.

Estos resultados con el microalga se validaron después en invernadero con geranios. Tras 70 días de seguimiento, se registraron mejoras significativas en la altura y diámetro de las plantas, en el crecimiento de las raíces, así como en el número de hojas y flores, especialmente en las tratadas con agua dulce. (EFE)