El senador se presentó en la Cámara Alta con cuatro tarros con tierra palomareña para Pedro Sánchez, los ministros de Transición y Exteriores, y el embajador de EEUU
ALMERÍA HOY / 25·02·2025
El senador del Partido Popular Jesús Caicedo ha vuelto a plantear en la Cámara Alta el
problema irresuelto, seis décadas después, de la descontaminación radiactiva de
Palomares (Cuevas del Almanzora). Fue ayer con una pregunta dirigida a la ministra
para la Transición Ecológica, que no compareció para responder. Sí lo hizo la titular de
Innovación, Diana Morant, cuya área no tiene competencias sobre el tema.
El representante conservador quiso amplificar su queja mostrando en la sesión cuatro envases conteniendo tierra de Palomares que, sin embargo, “no es radioactiva, no procede de las áreas que siguen contaminadas” -aclaró-, aunque sí pretendía con ello dotar de mayor fuerza a su pregunta.
Caicedo perseguía conocer “la fecha prevista por el Gobierno para ordenar la ejecución del Plan de Rehabilitación de Palomares elaborado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), aprobado por la Comisión Europea y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en 2010, y ampliado en 2015”.
“Señora ministra -arrancó el senador del PP-, el 17 de enero de 1966, cuatro bombas termonucleares MK28, transportadas por un bombardero B-52 de las fuerzas aéreas norteamericanas, cayeron en las proximidades de Palomares, dispersando dos de ellas material radiactivo en un área aproximada de 220 hectáreas. Transcurrido 59 años, la única medida adoptada unilateralmente por el Gobierno de España para paliar los efectos radioactivos, ha sido la expropiación y el vallado de los terrenos contaminados. ¿Cuándo va a ordenar el Gobierno la ejecución del Plan de rehabilitación elaborado por Ciemat, opinado favorablemente por el Consejo Nuclear en 2010 y modificado posteriormente en 2015?”.
La ministra Morant respondió que el CIEMAT, el Ministerio para la Transición Ecológica, el Consejo de Seguridad Nacional y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) “trabajan desde hace años en la rehabilitación de Palomares”, y que en octubre de 2021 “se procedió a la expropiación definitiva de los terrenos afectados, que ya están bajo el dominio del CIEMAT”.
Limpiar la pedanía de Cuevas del Almanzora entraña, dijo la ministra, “una enorme complejidad, porque hablamos de 40 hectáreas contaminadas con materiales radiactivos” por bombas estadounidenses, por tanto, “es también Estados Unidos un país que necesariamente tenemos que sumar e involucrarlo en la cuestión”, por ello la reivindicación de la limpieza “la mantenemos siempre en nuestra agenda bilateral entre España y Estados Unidos”.
“Señora ministra -replicó Caicedo mostrando cuatro recipientes con tierra de Palomares-, es uno para usted y otro para el señor Albares -ministro de Exteriores-, que acaba de irse. Los otros dos son para el presidente del Gobierno y la Embajada de Estados Unidos”, porque “la situación que desde 1966 se vive en Palomares, de desprecio hacia su protección de la salud de sus habitantes, choca frontalmente con el fundamentalismo medioambiental del Gobierno, que domina por encima de todo cualquier emprendimiento público o privado en nuestro país. Sin embargo, en Palomares, contradiciendo lo que pregonan, la salud no es un reflejo de la salud de la tierra”.
El senador expuso que desde 2015 existe una solución técnica definitiva recogida en el Plan de Rehabilitación de Palomares, elaborado por el Ciemat, “y tanto ENRESA como el Consejo de Seguridad Nuclear poseen las capacidades necesaria para poner en marcha dicha solución. ¿A qué espera el Gobierno para ordenar la limpieza definitiva?”.
Según Caicedo, al Gobierno “no le quedan argumentos para justificar su inacción”, especialmente después de que la Audiencia Nacional admitiese el pasado 7 de enero el recurso impulsado por Ecologistas en Acción para descontaminar inmediatamente la zona, en contra del parecer de la Abogacía del Estado. Y teniendo en cuenta también que el almacenamiento temporal en España de la tierra contaminada “no es impedimento, toda vez que podría resolverse depositándola en el centro estatal de El Cabril o mediante la construcción de un almacén temporal individualizado”.
EL COSTE NO ES EXCUSA
No puede exhibirse como excusa -continuó Caicedo- el coste de la operación, “¿o es que la vida de los habitantes de Palomares vale menos de lo que costaría la rehabilitación definitiva de los terrenos?”. Por tanto, -concluyó- “la solución es exclusivamente política. Está simple y llanamente en la voluntad para ordenar la limpieza”.
La ministra Morant cerró el asunto recordando a Caicedo que no es la primera vez que trae a las cámaras de representantes el problema Palomares. “Lo hizo en noviembre de 2008, en febrero y marzo de 2011 y en noviembre del año pasado -aunque en esta ocasión se retiró la pregunta-, y siempre en fechas en que gobernaba el Partido Socialista y nunca cuando gobernaba el Partido Popular; es una pequeña casualidad. Reconozca una cosa: que los únicos que han hecho algo en Palomares -reconociendo con usted que aún queda mucho-, han sido los gobiernos socialistas, por eso nos pregunta a nosotros y no a sus compañeros de bancada, porque de ellos no espera nada. Nosotros, en cambio, seguiremos trabajando también por Palomares. La población debe estar tranquila”.
En definitiva, si algo queda claro después de esta intervención es que no existe fecha para descontaminar, a pesar de existir un plan concertado por los organismos oficiales que, de momento, no consigue incorporar la participación de Estados Unidos, país que está en el origen del problema. “Seguro que todo tendría un rápido final si lo pidiese Puigdemont”, dice un vecino de Palomares pendiente de este nuevo cruce de aceros.
El representante conservador quiso amplificar su queja mostrando en la sesión cuatro envases conteniendo tierra de Palomares que, sin embargo, “no es radioactiva, no procede de las áreas que siguen contaminadas” -aclaró-, aunque sí pretendía con ello dotar de mayor fuerza a su pregunta.
Caicedo perseguía conocer “la fecha prevista por el Gobierno para ordenar la ejecución del Plan de Rehabilitación de Palomares elaborado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), aprobado por la Comisión Europea y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en 2010, y ampliado en 2015”.
“Señora ministra -arrancó el senador del PP-, el 17 de enero de 1966, cuatro bombas termonucleares MK28, transportadas por un bombardero B-52 de las fuerzas aéreas norteamericanas, cayeron en las proximidades de Palomares, dispersando dos de ellas material radiactivo en un área aproximada de 220 hectáreas. Transcurrido 59 años, la única medida adoptada unilateralmente por el Gobierno de España para paliar los efectos radioactivos, ha sido la expropiación y el vallado de los terrenos contaminados. ¿Cuándo va a ordenar el Gobierno la ejecución del Plan de rehabilitación elaborado por Ciemat, opinado favorablemente por el Consejo Nuclear en 2010 y modificado posteriormente en 2015?”.
La ministra Morant respondió que el CIEMAT, el Ministerio para la Transición Ecológica, el Consejo de Seguridad Nacional y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) “trabajan desde hace años en la rehabilitación de Palomares”, y que en octubre de 2021 “se procedió a la expropiación definitiva de los terrenos afectados, que ya están bajo el dominio del CIEMAT”.
Limpiar la pedanía de Cuevas del Almanzora entraña, dijo la ministra, “una enorme complejidad, porque hablamos de 40 hectáreas contaminadas con materiales radiactivos” por bombas estadounidenses, por tanto, “es también Estados Unidos un país que necesariamente tenemos que sumar e involucrarlo en la cuestión”, por ello la reivindicación de la limpieza “la mantenemos siempre en nuestra agenda bilateral entre España y Estados Unidos”.
“Señora ministra -replicó Caicedo mostrando cuatro recipientes con tierra de Palomares-, es uno para usted y otro para el señor Albares -ministro de Exteriores-, que acaba de irse. Los otros dos son para el presidente del Gobierno y la Embajada de Estados Unidos”, porque “la situación que desde 1966 se vive en Palomares, de desprecio hacia su protección de la salud de sus habitantes, choca frontalmente con el fundamentalismo medioambiental del Gobierno, que domina por encima de todo cualquier emprendimiento público o privado en nuestro país. Sin embargo, en Palomares, contradiciendo lo que pregonan, la salud no es un reflejo de la salud de la tierra”.
El senador expuso que desde 2015 existe una solución técnica definitiva recogida en el Plan de Rehabilitación de Palomares, elaborado por el Ciemat, “y tanto ENRESA como el Consejo de Seguridad Nuclear poseen las capacidades necesaria para poner en marcha dicha solución. ¿A qué espera el Gobierno para ordenar la limpieza definitiva?”.
Según Caicedo, al Gobierno “no le quedan argumentos para justificar su inacción”, especialmente después de que la Audiencia Nacional admitiese el pasado 7 de enero el recurso impulsado por Ecologistas en Acción para descontaminar inmediatamente la zona, en contra del parecer de la Abogacía del Estado. Y teniendo en cuenta también que el almacenamiento temporal en España de la tierra contaminada “no es impedimento, toda vez que podría resolverse depositándola en el centro estatal de El Cabril o mediante la construcción de un almacén temporal individualizado”.
EL COSTE NO ES EXCUSA
No puede exhibirse como excusa -continuó Caicedo- el coste de la operación, “¿o es que la vida de los habitantes de Palomares vale menos de lo que costaría la rehabilitación definitiva de los terrenos?”. Por tanto, -concluyó- “la solución es exclusivamente política. Está simple y llanamente en la voluntad para ordenar la limpieza”.
La ministra Morant cerró el asunto recordando a Caicedo que no es la primera vez que trae a las cámaras de representantes el problema Palomares. “Lo hizo en noviembre de 2008, en febrero y marzo de 2011 y en noviembre del año pasado -aunque en esta ocasión se retiró la pregunta-, y siempre en fechas en que gobernaba el Partido Socialista y nunca cuando gobernaba el Partido Popular; es una pequeña casualidad. Reconozca una cosa: que los únicos que han hecho algo en Palomares -reconociendo con usted que aún queda mucho-, han sido los gobiernos socialistas, por eso nos pregunta a nosotros y no a sus compañeros de bancada, porque de ellos no espera nada. Nosotros, en cambio, seguiremos trabajando también por Palomares. La población debe estar tranquila”.
En definitiva, si algo queda claro después de esta intervención es que no existe fecha para descontaminar, a pesar de existir un plan concertado por los organismos oficiales que, de momento, no consigue incorporar la participación de Estados Unidos, país que está en el origen del problema. “Seguro que todo tendría un rápido final si lo pidiese Puigdemont”, dice un vecino de Palomares pendiente de este nuevo cruce de aceros.
