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CLEMENTE FLORES
“Una sociedad que no aprende de sus errores está condenada a repetirlos”.
La gran incógnita que mantuvo en vilo al país a través de los medios de difusión, los días posteriores a la riada, fue conocer minuto a minuto dónde había estado el presidente Mazón desde medio día hasta las seis de la tarde el 29 de octubre. A la vista de lo que sucedió después y confirmado el desastre organizativo que encontraron los miles de ciudadanos, sobre todo jóvenes, que acudieron a Valencia a prestar ayuda, lo que quedó meridianamente claro fue que el Sr. Mazón donde no tenía que estar cuando sobrevino la riada era ocupando el puesto de presidente de la Comunidad Valenciana. Culpables: el PP que lo propuso como candidato y los miles de valencianos que lo votaron en su día.
Viendo las imágenes de una multitud de personas pidiendo a gritos la dimisión de Mazón me pregunto qué haría esa misma multitud si estuviese bien informada de la cadena de errores administrativos que los hechos han dejado al descubierto, porque el fango de la irresponsabilidad de nuestros políticos los ha ido cubriendo como el fango de la riada ha cubierto y hecho desaparecer los cadáveres de los ciudadanos indefensos ante la riada. Coincidiendo con esta multitud, la ministra de Ciencia, que es también secretaria del PSPV-PSOE, ha acudido a Valencia para decir que la desgracia no sólo es un problema Mazón, sino de la mayoría negacionista del cambio climático. ¿Por qué será ministra de Ciencia?
En mi anterior entrega hablé del libro del valenciano Cabanilles. Hoy traigo a colación otro libro. Se titula ‘Avenidas: sistemas de previsión y alarma. 1987’. Está editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos y es una compilación de temas tratados en ponencias y conferencias en las que se abordan con amplitud las bases hidrológicas e hidráulicas que sirven para la formulación de los sistemas de previsión y alarma del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Entre las ponencias de los responsables del desarrollo del sistema está la del jefe de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En la primera parte de sus 490 páginas se describe la tipología de obras a hacer en los cauces, la problemática de la conservación de suelos y las interrelaciones entre avenidas y presas. Para los interesados diremos que entre las páginas 454 a 464 el responsable del Júcar describe las problemáticas de la cuenca y las medidas previstas tras las inundaciones de 1982, cuya intensidad fue superior a la de ahora. Figura también un artículo dedicado a los sistemas inteligentes de información y gestión de avenidas (páginas 342 a 358) y de la implantación del sistema automático de alarmas. El libro es un resumen de conocimientos sistemáticos de experiencias históricas y de soluciones prácticas a través de la ingeniería hidráulica, y otras ciencias relacionadas con el problema, como la geografía, la botánica o la geología. El hecho de que el libro esté editado por el colegio de ingenieros de caminos es, en este caso, un aval, pues no podemos olvidar que la fundación de estos estudios específicos tuvo mucho que ver con la rotura de la presa de Puentes en Lorca, el 30 de abril de 1802, con ocasión de unas copiosas lluvias, causando 608 muertes. No voy a extenderme en el contenido del libro, que lleva publicado más de cuarenta años. Para los no iniciados quiero incidir en que la implantación por la Confederación Hidrográfica de un moderno sistema automático de medición y lectura de caudales conectado con las oficinas centrales ya tiene 40 años.
Se trata del SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica) que se construyó para informar de los caudales circulantes en diferentes tramos de los cauces en tiempo real y de la lluvia caída en un conjunto de puntos representativos cada cinco minutos para hacer predicciones de caudales y aportaciones. ¿Cómo se ha mantenido? ¿Se ha mejorado su funcionamiento? ¿Se han sacado conclusiones objetivas de los datos obtenidos? Vistos los resultados no sabemos qué servicio ha podido prestar ni cómo es su actual funcionamiento.
El pasado 20 de noviembre, vaya efemérides, la vicepresidenta Teresa Ribera compareció en el Congreso de los Diputados y recordó que había firmado el 12 de diciembre de 2011 la aprobación de Impacto Ambiental correspondiente a las obras de adecuación del Barranco del Poyo. Dijo igualmente que si las obras no se construyeron la responsabilidad corresponde al gobierno de Mariano Rajoy que vino detrás.
En este momento es una información valiosísima porque indica que en el año 2012 había un proyecto de obras a realizar por el Gobierno de España para paliar los daños de las inundaciones y que las obras no fueron ejecutadas ni acometidas por el gobierno español ocupado por el PP (2012-2018). Lo que la señora vicepresidenta no dijo en el Congreso es que las obras tampoco fueron acometidas por los gobiernos posteriores (años 2018 a 2024) en que ha gobernado el PSOE y que de ella, casualmente ministra de Cambio Climático, es de quien ha dependido la Confederación Hidrográfica del Júcar que debía acometer las obras.
El proyecto “Adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera de Valencia” se presentó para su declaración de impacto ambiental el 14 de diciembre de 2006. “El objeto del proyecto era la realización de una serie de actuaciones encaminadas a la adecuación ambiental de la Cuenca del Poyo, cuya finalidad es la reducción del riesgo de inundación en las poblaciones de Valencia situadas en el ámbito de los barrancos de Pozalet, Saleta y Poyo, alcanzando el nivel de protección necesario para un periodo de retorno de 500 años. Asimismo, se protegerá el Parque Natural de la Albufera frente a los procesos de colmatación y pérdida de calidad de ecosistemas, además de restaurar ambientalmente el medio fluvial del ámbito de actuación.”
El proyecto se sacó a información pública (BOE de 5-5-2009 y BO de Valencia 1-5-2009) y se consultó a efecto de objeciones o sugerencias a cinco direcciones generales de la Comunidad, trece municipios y hasta cinco grupos y/o asociaciones ecologistas.(Para más información consultar en internet BOE nº 4 de 5-enero-2012 pág. 778 y siguientes).
Nota del autor: Las obras de adecuación de la cuenca del Poyo siguen, que sepamos, sin sacarse a concurso de ejecución. Doña Teresa Ribera se va a Europa con intención de seguir trabajando por mejorar el clima. Se están negociando, con mucho interés, estos días en el Congreso los Presupuestos del Estado. Por lo filtrado en la prensa nadie ha recordado incluir las citadas obras en ellos. Los muertos… No votan. (Próxima entrega: El urbanismo también colabora)