El fiscal pide hasta cuatro años y diez meses de prisión
ALMERÍA HOY / 28·11·2024
El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería tiene previsto celebrar este viernes el juicio contra cuatro responsables y trabajadores de una residencia de Almería para personas con discapacidad acusados de humillar, vejar, coaccionar e incluso agredir de forma leve a una usuaria del centro, que padece cierto grado de dependencia.
La Fiscalía pide para los acusados de forma distinta penas de hasta cuatro años y diez meses de prisión por presuntos delitos contra la integridad moral y coacciones, si bien también acusa a algunos de ellos por un delito leve de lesiones y otro leve de maltrato, por los que reclama multas económicas.
El Ministerio Público aprecia indicios de que la mujer, que ocupaba una plaza concertada en la residencia, fue sometida durante varios meses entre 2016 y 2019 a un trato "degradante y discriminatorio" con respecto al resto de usuarios puesto que no se le habría prestado la atención necesaria, según han indicado fuentes jurídicas.
En este sentido, a la usuaria de la residencia se le habría "tirado de mal humor la comida" en algunos momentos al tiempo que tampoco no se habría respetado "su intimidad" cuando hablaba por teléfono con familiares. De igual modo, se le habría impedido "participar en actividades lúdicas" como excursiones u otras salidas organizadas por el centro.
La acusación pública señala que este tipo de actitudes que habrían causado en la mujer "sentimientos de inquietud y desasosiego", sentido en el alude a episodios concretos como cuando la perjudicada fue sancionada con "ser la última para acudir a la ducha o entrar en el comedor" tras una disputa con el personal del centro.
Según sostiene la acusación, dicha decisión adoptada por la junta interdisciplinar se mantuvo desde julio de 2016 "hasta final de año" sin haberse acordado con anterioridad una fecha de término para la sanción, pese a que el personal conocía lo que suponía para ella dicha decisión a causa de su "padecimiento", por lo que ella incluso realizó "constantes ruegos" para que "cesara el castigo".
También apunta otra situación que tuvo lugar en agosto de 2019, cuando la perjudicada fue recriminada por una cuidadora por hacer uso de un determinado aseo que no le correspondía en ese momento.
La situación habría dado lugar a un "forcejeo" entre ambas en el que la trabajadora habría empujado a la usuaria sobre la cama y le habría dado un "mordisco" en la pierna, antes de haberla golpeado contra un armario y tirarla al suelo, conforme a los indicios que plantea la acusación, que también señala "tirones de pelo".
El episodio dio lugar a la expulsión de la usuaria durante cinco días, lo cual se decidió "de forma unilateral", "sin previo aviso" e "incumpliendo el procedimiento establecido en el reglamento del régimen interno", lo que el gerente habría trasladado a la afectada "personalmente".
Así, cuando la mujer le dijo que no tenía a donde ir, este le habría respondido "'pues te jodes, eres pobre y por eso estás aquí'", sentido en el que fue requerida la presencia de su hermano de forma inmediata para que se la llevara del centro.
Narra además la Fiscalía un tercer episodio en el que otra acusada habría comenzado a insultar a la víctima cuando se hallaba sentada en la sala de estar en mayo de 2019 para, posteriormente, darle "un bofetón en la cara" que hizo que la mujer cayera al suelo y se quebrara la taza que portaba. La vista oral está prevista a partir de las 10,30 horas en la Ciudad de la Justicia.
La Fiscalía pide para los acusados de forma distinta penas de hasta cuatro años y diez meses de prisión por presuntos delitos contra la integridad moral y coacciones, si bien también acusa a algunos de ellos por un delito leve de lesiones y otro leve de maltrato, por los que reclama multas económicas.
El Ministerio Público aprecia indicios de que la mujer, que ocupaba una plaza concertada en la residencia, fue sometida durante varios meses entre 2016 y 2019 a un trato "degradante y discriminatorio" con respecto al resto de usuarios puesto que no se le habría prestado la atención necesaria, según han indicado fuentes jurídicas.
En este sentido, a la usuaria de la residencia se le habría "tirado de mal humor la comida" en algunos momentos al tiempo que tampoco no se habría respetado "su intimidad" cuando hablaba por teléfono con familiares. De igual modo, se le habría impedido "participar en actividades lúdicas" como excursiones u otras salidas organizadas por el centro.
La acusación pública señala que este tipo de actitudes que habrían causado en la mujer "sentimientos de inquietud y desasosiego", sentido en el alude a episodios concretos como cuando la perjudicada fue sancionada con "ser la última para acudir a la ducha o entrar en el comedor" tras una disputa con el personal del centro.
Según sostiene la acusación, dicha decisión adoptada por la junta interdisciplinar se mantuvo desde julio de 2016 "hasta final de año" sin haberse acordado con anterioridad una fecha de término para la sanción, pese a que el personal conocía lo que suponía para ella dicha decisión a causa de su "padecimiento", por lo que ella incluso realizó "constantes ruegos" para que "cesara el castigo".
También apunta otra situación que tuvo lugar en agosto de 2019, cuando la perjudicada fue recriminada por una cuidadora por hacer uso de un determinado aseo que no le correspondía en ese momento.
La situación habría dado lugar a un "forcejeo" entre ambas en el que la trabajadora habría empujado a la usuaria sobre la cama y le habría dado un "mordisco" en la pierna, antes de haberla golpeado contra un armario y tirarla al suelo, conforme a los indicios que plantea la acusación, que también señala "tirones de pelo".
El episodio dio lugar a la expulsión de la usuaria durante cinco días, lo cual se decidió "de forma unilateral", "sin previo aviso" e "incumpliendo el procedimiento establecido en el reglamento del régimen interno", lo que el gerente habría trasladado a la afectada "personalmente".
Así, cuando la mujer le dijo que no tenía a donde ir, este le habría respondido "'pues te jodes, eres pobre y por eso estás aquí'", sentido en el que fue requerida la presencia de su hermano de forma inmediata para que se la llevara del centro.
Narra además la Fiscalía un tercer episodio en el que otra acusada habría comenzado a insultar a la víctima cuando se hallaba sentada en la sala de estar en mayo de 2019 para, posteriormente, darle "un bofetón en la cara" que hizo que la mujer cayera al suelo y se quebrara la taza que portaba. La vista oral está prevista a partir de las 10,30 horas en la Ciudad de la Justicia.
