Ecologistas no aceptan la "utilidad pública" del hotel proyectado en Genoveses

Rechazan la reconversión del Cortijo Las Chiqueras en establecimiento turístico



ALMERÍA HOY / 03·01·2024

La plataforma 'Genoveses sin hotel' se ha concentrado este lunes frente a la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente en contra de un hotel cerca de la playa de Los Genoveses, en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata, y de su declaración de "utilidad pública e interés social".

El Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) asegura que plataformas ciudadanas, asociaciones de vecinos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y otras entidades ecologistas como el propio GEM o Amigos del Parque natural, "están realizando llamamientos a la población para tratar de impedir lo que consideran un atentado contra el medio ambiente".

En concreto, rechazan que se dé el visto bueno a la construcción en el Paraje Hacienda El Romeral, para reconvertir el Cortijo Las Chiqueras, en plena Bahía de Los Genoveses, en un hotel de cuatro estrellas.

Aseguran que una instalación de este tipo, donde se prevén construir 30 habitaciones, piscinas, zonas ajardinadas, aparcamientos y otros servicios, va "claramente en contra de las normas de protección" del Parque Natural y de la biodiversidad de una zona "muy sensible", que incluye aves esteparias e invertebrados, muchos de ellos en "grave riesgo de extinción".

Lamentan que existen fórmulas para revertir esa protección: "De hecho, se pretende llevar adelante un expediente de declaración de ‘utilidad pública e interés social’ para permitir el desarrollo del nuevo equipamiento hotelero quepretenden poner en marcha desde la empresa Torres y González Días S.L."

Han recordado que esta mercantil es la heredera de los bienes y suelos de la familia José Montoya y Doña Pakita, que desde que se convirtieron en propietarios de un "amplio patrimonio" de suelos en el Cabo de Gata, asumieron el "compromiso de que no fueran degradados o utilizados para usos distintos" de los agropecuarios originales.

"Por desgracia, sus herederos no han recibido, además de los terrenos, el legado de ese compromiso con un espacio natural único", aseveran.

El primero de los asuntos a los que los ecologistas y vecinos tienen que hacer frente es a ese proceso de declaración de utilidad pública e interés social que, según sus portavoces, no tiene “ni pies ni cabeza”, puesto que el único interés visible es el de un "promotor que busca un evidente interés meramente privado".

Afirman que, por ahora, alrededor de 300.000 personas han firmado en contra del polémico hotel, ciudadanos de Almería y de otras zonas del país que rechazan el "uso torticero" de esa declaración de utilidad pública para permitir una "actuación deleznable en lo ambiental, en lo social y también en lo económico".