¡Caiga quien caiga!


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PASEO ABAJO/Juan Torrijos

No es fácil, aunque lo diga con fuerza, casi gritando, que Pedro Sánchez, el que más ha mentido como candidato a presidente de gobierno, va a llevar a cabo dentro de su gobierno y de su partido lo de luchar contra la corrupción “caiga quien caiga”. Menos lobos, don Pedro. Le hemos escuchado decir que nunca gobernaría con los populistas de Podemos, con Pablo Iglesias, vamos, supongo que se acuerda de aquellas declaraciones, y ¿qué hizo?, hacerlo vicepresidente y a su mujer ministra. Sobre EH Bildu ¿recuerda lo que contaba en más de una entrevista-masaje en las televisiones? Y en lo que respecta al huido catalán, creo que lo dijo, más o menos, que lo iba a traer y que pagaría ante la justicia. Y ahora lo quiere amnistiar. No sigo. No creo que tenga importancia. Su nariz, presidente, su nariz.

Es normal que ahora, cuando se lanza el presidente con la historia de la corrupción saltada tras la descubierta de Koldo, el asesor de Ábalos, el paisano y amigo de Cerdán, el conseguidor de mascarillas de Illa y Armengol, y a la espera de los nombres que sigan saliendo, y nos promete que será implacable contra la corrupción “caiga quien caiga”, permita que me ría y que sienta cierta vergüenza ajena. ¿De qué puñetas está usted hablando presidente? ¿Qué medidas tomó su partido cuando se abrieron las carnes de los parados andaluces tras conocer los millones que la gente de su partido y del gobierno de la Junta se habían gastado del dinero de los parados en cuchipandas y otras cacicadas? Ninguna. Bueno sí, cambiaron a la jueza, ¿se acuerda? Y se perdió tiempo, se dejaron pasar plazos… No se recupera el dinero, más de seiscientos millones, y Griñán sin entrar en prisión.

Y quiere usted que ahora creamos que va en serio contra la corrupción, “caiga quien caiga”. No creo que le pueda usted tomar el pelo una vez más a los españoles. No deja de ser extraño que no supiera lo que estaba ocurriendo entre Koldo y los compañeros de su partido que aparecen afectados en la historia, y los que a algunos usted ha aupado en sus carreras políticas, caso de la señora Armengol que anda de presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado, nada menos. Y eso tras conocer sus compras de mascarillas. El que lleva las conversaciones con el huido, el paisano de Koldo, es el tercer hombre de su partido, el señor Cerdán. ¿Lo va a dejar caer?, no lo veo, ¿hará lo mismo con la señora Armengol, con el caballero Illa? Lo de Ábalos creo que lo tiene más o menos callado y amortizado, pero no se atreve, señor presidente, a darle la patada en las posaderas, que es lo que se merece. ¿Y por qué?

Es la gran incógnita de esta historia. ¿Le tiene miedo a lo que en su momento pueda contar el que fuera su ministro sobre su tiempo en el gobierno? Ya lo dijo contestando a la ministra de cuota andaluza: Me quieren echar los que tanto tienen que callar. Pavor, terror le tienen a exministro. Si él hablara. ¿Será valiente? En estos momentos son casi cien mil euros al año los que cobra el amigo de Koldo, y tiene que defenderlos con uñas y hasta amenazas si hace falta.