.. |
PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Me dediqué en los últimos días de diciembre a disfrutar del encendido de las luces de Navidad, a pasear por ese trozo de Almería que es el casco histórico y a hablar con viejos amigos, nunca olvidados, pero que los años, los achaques y a veces la distancia nos tiene alejados. Hace meses ya me pareció, en otra incursión por estas callejuelas, que no le encuentran solución a los problemas que plantean los políticos que sientan sus reales y bien pagados culos en el salón de plenos del Ayuntamiento.
Es como si ellos estuvieran más preocupados por las grandes metas, y poco les interesase lo que ocurre por estas calles. Era inevitable una parada ante lo que fue el edificio de Correos. Por fin un mamotreto horroroso va a desaparecer de la faz de la ciudad, hora era, pero, ¿de verdad tienen que levantar otro de hierro y cristal donde ubicar un inteligente cubo que investigue el futuro de la agricultura intensiva? Si por lo menos lo pintaran de verde, tendría algo que llamara la atención de los visitantes.
Y uno se pregunta. ¿No se hizo el Parque tecnológico, vulgo Pita, para que el desarrollo de la tecnología tuviera un lugar donde viera la luz? Pues va a ser que no. A doña Carmen Crespo, mandamás de la cosa verde del campo, no confundir con su colega el de los colores, don Ramón F. Pacheco, que lo suyo es el verde y el azul, pero no del campo agrícola. Aclarado lo que pudiera llevar a confusión, sigo. A doña Carmen se le ha metido entre ceja y ceja que el antiguo edificio de Correos tiene que ser verde, inteligente y para la agricultora. Y la que manda, ya se sabe, tiene la última palabra. Pues nada doña Carmen, un cubo verde para que usted vaya, iba a escribir a la playa, a jugar con castillos de arena, pero no, lo va a hacer con la agricultura de nuestra tierra.
Entenderán que estoy a favor de que ese cubo verde, y además inteligente, se construya en Almería, y dos, y hasta media docena, pero que lo hagan en el lugar donde parece más idóneo, y este no parece que sea el Paseo de Almería.
Hace unas semanas leíamos un proyecto de Única, gran grupo agrícola provincial, en el que hablaban de comprar no sé cuantas hectáreas en el Pita para ubicar un centro de investigación, supongo que tan inteligente o más que el cubo de doña Carmen, y otros elementos de la empresa. Si se trata de sumar esfuerzos, si se trata de investigar, de buscar sinergias, ¿no sería lógico, pregunto, que el cubo verde del Paseo se ubicara en el mismo lugar que el proyecto de Única? El famoso Pita.
Aquí todo el mundo quiere ser cabeza de ratón, jamás cola de león. Así que tendremos un cubo verde oficial, con enchufados del gobierno de turno que trabajarán en él, y que le deberán el puesto de trabajo a doña Carmen y futuras sustitutas. Esto se llama hacer amigos, comprar votos, sin mirar lo que de verdad le interesa a la ciudad y a la provincia. Y el otro, es de imaginar que tan verde como el de doña Carmen, será privado, y en el que los resultados de las investigaciones darán y quitarán puestos de trabajo. El oficial no, el público-político ya se sabe, puesto seguro, sueldo sin peligro cada mes en el bolsillo y a echarse a dormir. El otro, el privado, será el trabajo de cada día el que marque el futuro.
Por cierto, del Pita hay mucho que contar. Algunas historias que me han llegado durante el pasado fin de año que parecen de chascarrillo. Lo que es preguntar por las cosas, y de lo que te enteras.
Es como si ellos estuvieran más preocupados por las grandes metas, y poco les interesase lo que ocurre por estas calles. Era inevitable una parada ante lo que fue el edificio de Correos. Por fin un mamotreto horroroso va a desaparecer de la faz de la ciudad, hora era, pero, ¿de verdad tienen que levantar otro de hierro y cristal donde ubicar un inteligente cubo que investigue el futuro de la agricultura intensiva? Si por lo menos lo pintaran de verde, tendría algo que llamara la atención de los visitantes.
Y uno se pregunta. ¿No se hizo el Parque tecnológico, vulgo Pita, para que el desarrollo de la tecnología tuviera un lugar donde viera la luz? Pues va a ser que no. A doña Carmen Crespo, mandamás de la cosa verde del campo, no confundir con su colega el de los colores, don Ramón F. Pacheco, que lo suyo es el verde y el azul, pero no del campo agrícola. Aclarado lo que pudiera llevar a confusión, sigo. A doña Carmen se le ha metido entre ceja y ceja que el antiguo edificio de Correos tiene que ser verde, inteligente y para la agricultora. Y la que manda, ya se sabe, tiene la última palabra. Pues nada doña Carmen, un cubo verde para que usted vaya, iba a escribir a la playa, a jugar con castillos de arena, pero no, lo va a hacer con la agricultura de nuestra tierra.
Entenderán que estoy a favor de que ese cubo verde, y además inteligente, se construya en Almería, y dos, y hasta media docena, pero que lo hagan en el lugar donde parece más idóneo, y este no parece que sea el Paseo de Almería.
Hace unas semanas leíamos un proyecto de Única, gran grupo agrícola provincial, en el que hablaban de comprar no sé cuantas hectáreas en el Pita para ubicar un centro de investigación, supongo que tan inteligente o más que el cubo de doña Carmen, y otros elementos de la empresa. Si se trata de sumar esfuerzos, si se trata de investigar, de buscar sinergias, ¿no sería lógico, pregunto, que el cubo verde del Paseo se ubicara en el mismo lugar que el proyecto de Única? El famoso Pita.
Aquí todo el mundo quiere ser cabeza de ratón, jamás cola de león. Así que tendremos un cubo verde oficial, con enchufados del gobierno de turno que trabajarán en él, y que le deberán el puesto de trabajo a doña Carmen y futuras sustitutas. Esto se llama hacer amigos, comprar votos, sin mirar lo que de verdad le interesa a la ciudad y a la provincia. Y el otro, es de imaginar que tan verde como el de doña Carmen, será privado, y en el que los resultados de las investigaciones darán y quitarán puestos de trabajo. El oficial no, el público-político ya se sabe, puesto seguro, sueldo sin peligro cada mes en el bolsillo y a echarse a dormir. El otro, el privado, será el trabajo de cada día el que marque el futuro.
Por cierto, del Pita hay mucho que contar. Algunas historias que me han llegado durante el pasado fin de año que parecen de chascarrillo. Lo que es preguntar por las cosas, y de lo que te enteras.