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JOSÉ Mª MARTÍNEZ DE HARO
PRIMERA. MARISA PAREDES, mundialmente conocida como gran pensadora, catedrática de Ética y miembro de la Real Académica de Ciencias Morales y Jurídicas, pertenece a esa categoría humana de la excelencia en línea con María Zambrano, Clara Campoamor y Victoria Kent.
Elevada en ese podio y con la superioridad moral que le corresponde, Marisa Paredes ejerce con rigor de Censora en actos públicos, incluso funerarios. Además de ello y como colofón de su abultada biografía como intelectual prestigiosa, Marisa Paredes dice ser de izquierdas, de probada condición estalinista ahora etiquetada “progresista”. Resulta que hace días tuvo ocasión planetaria para ejercer de Censora y ”progresista” fetén en el funeral de Concha Velasco. Isabel Díaz Ayuso tuvo el atrevimiento de mostrar civismo, educación y afecto a la difunta y expresar condolencias a sus familiares. Imperdonable desliz que fue prontamente advertido por Marisa Paredes, Guardiana del Progresismo en funciones. Nada más ver a Ayuso comenzó a gritar a todo pulmón ¡Fuera, Fuera! La intelectual y académica no pudo contener un arrebato estalinista propio de quien vive -no precisamente en pisos sindicales-, crece y se multiplica abonada al erario público. Puede consolarse Ayuso: Marisa Paredes aun no puede desterrar a la correspondiente Siberia hispana a los disidentes de la progresía, religión oficial de cuantos se amamantan de los Presupuestos Generales del Estado. Se da la circunstancia irrelevante que Isabel Díaz Ayuso fue refrendada en las urnas por 1.586.000 votantes madrileños en mayo de 2023, en tanto Marisa Paredes lo más cercano que estuvo en una urna fue para vomitar sobre ella el desprecio de la progresía.
Segunda. Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha acuñado su nombre como un político carente de moral, sin escrúpulos y alejado de toda relación con la verdad. En su condición de mentiroso “cum laude” ha confundido el valor de su palabra, ninguno, con el valor las palabras de otros lideres políticos que aún conservan alguna credibilidad. Afirma Pedro Sánchez en un programa de Tv que si el PP hubiera necesitado pactar con los grupos sediciosos y golpistas para formar gobierno, con toda seguridad hubieran acordado una Ley de Amnistía semejante a la que Sánchez se va a tramitar en fechas próximas. El conocido refrán remata que quién es capaz de semejante traición cree que todos son de la misma condición. Y afortunadamente, para esperanza de millones de españoles, no es así.
Tercera. Otra perla cultivada merece la transcripción de una biografía bien documentada. Nació en Sevilla en 1916. Formó parte de la Asociación de Estudiantes Católicos. Periodista y licenciado en derecho, fue redactor jefe de la revista FE de Falange Española en Sevilla durante la Guerra Civil en 1936 y en el periódico Sur de Málaga en 1937. Acabada la guerra fue nombrado director de FE de Falange Española en 1944 en Madrid. Con motivo de su permanente adhesión y compromiso con el bando sublevado contra la República, fue distinguido con varias premios y condecoraciones en pleno régimen franquista. Y como colofón de su carrera profesional adherida al Movimiento, fue nombrado corresponsal de RTVE y Radio Nacional en Roma entre 1964 y 1967. Su esposa, también periodista, fue nombrada corresponsal en Roma del Diario Pueblo fundado por los sindicatos franquistas.
Tan brillante y productiva carrera a la sombra del franquismo corresponde a Francisco Narbona González, padre de Cristina Narbona Ruiz, quien, tras fallecer su padre, “elaboró” una biografía ajustada a su ambición política, según la cual su padre, perseguido por el régimen franquista, hubo de exiliase a Roma. Ella, perseguida como su padre, huyó de España como exiliada y se “refugio” en Roma. La verdad es que vivió en una casa suntuosa pagada por RTVE y disfrutó con su familia de todas las prebendas del franquismo. Pronto cambió de camisa. Cuando Franco murió, decidió “cambiar de opinión”, como Sánchez. Entre otros cargos políticos, con el PSOE fue diputada nacional por Almería y nombrada ministra por Rodríguez Zapatero. Lo único cierto de su falseada actividad política fue una traición a sus votantes almerienses y a los andaluces en general: Cristina Narbona fue la ministra que propuso la derogación del Plan Hidrológico Nacional. Entre las comunidades del Levante directamente perjudicadas por Narbona, Almería, donde ella era diputada por el PSOE en aquellas fechas. Las consecuencias de aquella fechoría pergeñada por Zapatero para congraciase con el independentismo en Cataluña, se hacen ahora más visibles que nunca en tal grado que peligra la productividad y extensión de sector de la agricultura, singularmente en Murcia y Almería por falta de agua de regadío. Ignoro los motivos del PSOE de Almería y Murcia para no declarar persona non grata a esta falsaria apegada a la nómina pública.
Cuarta. Y como colofón de estas perlas cultivadas comentar el ingenio y la creatividad del líder del PP Núñez Feijoo. El líder del PP pretende sustanciar un proyecto de Estado fundamentado en la política. Son millones de votantes que exigen dar respuesta a la izquierda desde las ideas liberales y conservadoras, tal que en Reino Unido o Alemania. La respuesta de Feijoo a la demanda de revitalización generacional en un partido anquilosado, ha sido incorporar a la directiva del PP al “Joven Arenas” esperanza política embalsamada con mirra y enmarcada en metacrilato desde el pleistoceno. Para esta tarea de largo alcance, Feijoo no considera necesarios intelectuales, pensadores, filósofos, académicos, catedráticos, caterva innecesaria y peligrosa por aquello del criterio propio y la razón. Con esta estrategia es posible que el PP no logre aglutinar el descontento social en las urnas ensanchando el centro derecha, base de una mayoría suficiente con posibilidades de ganar las elecciones y alcanzar el poder. Resulta incomprensible que la pieza angular de ese proyecto sea el “Joven Arenas”, figura arcaica motivo de burlas y memes en redes sociales.
Quinta. Concluyo con una noticia: la UE alcanza un acuerdo para regular el uso de la inteligencia artificial. Las noticias sobre el alcance de esta tecnología desbordan la imaginación. Hay detractores que auguran el fin del mundo que conocemos invadido por voluntades ajenas al pensamiento humano. Y hay también defensores a ultranza que vislumbran un mundo feliz donde los problemas fueran resueltos por algoritmos que expresarán la razón pura. Sin embargo, unos y otros pronostican que la inteligencia artificial no será capaz de erradicar el peligro potencial de la tontuna ni de la envidia o la inquina. Legiones de imbéciles, idiotas, tontos y envidiosos, continuarán impertérritos en su labor de joder las vidas de sus prójimos. Ejemplo muy visible y como ensayo del futuro inmediato, el panorama desolador en el profundo Sur de la civilización occidental donde no cabe un tonto ni un envidioso más por metro cuadrado habitable.
Elevada en ese podio y con la superioridad moral que le corresponde, Marisa Paredes ejerce con rigor de Censora en actos públicos, incluso funerarios. Además de ello y como colofón de su abultada biografía como intelectual prestigiosa, Marisa Paredes dice ser de izquierdas, de probada condición estalinista ahora etiquetada “progresista”. Resulta que hace días tuvo ocasión planetaria para ejercer de Censora y ”progresista” fetén en el funeral de Concha Velasco. Isabel Díaz Ayuso tuvo el atrevimiento de mostrar civismo, educación y afecto a la difunta y expresar condolencias a sus familiares. Imperdonable desliz que fue prontamente advertido por Marisa Paredes, Guardiana del Progresismo en funciones. Nada más ver a Ayuso comenzó a gritar a todo pulmón ¡Fuera, Fuera! La intelectual y académica no pudo contener un arrebato estalinista propio de quien vive -no precisamente en pisos sindicales-, crece y se multiplica abonada al erario público. Puede consolarse Ayuso: Marisa Paredes aun no puede desterrar a la correspondiente Siberia hispana a los disidentes de la progresía, religión oficial de cuantos se amamantan de los Presupuestos Generales del Estado. Se da la circunstancia irrelevante que Isabel Díaz Ayuso fue refrendada en las urnas por 1.586.000 votantes madrileños en mayo de 2023, en tanto Marisa Paredes lo más cercano que estuvo en una urna fue para vomitar sobre ella el desprecio de la progresía.
Segunda. Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha acuñado su nombre como un político carente de moral, sin escrúpulos y alejado de toda relación con la verdad. En su condición de mentiroso “cum laude” ha confundido el valor de su palabra, ninguno, con el valor las palabras de otros lideres políticos que aún conservan alguna credibilidad. Afirma Pedro Sánchez en un programa de Tv que si el PP hubiera necesitado pactar con los grupos sediciosos y golpistas para formar gobierno, con toda seguridad hubieran acordado una Ley de Amnistía semejante a la que Sánchez se va a tramitar en fechas próximas. El conocido refrán remata que quién es capaz de semejante traición cree que todos son de la misma condición. Y afortunadamente, para esperanza de millones de españoles, no es así.
Tercera. Otra perla cultivada merece la transcripción de una biografía bien documentada. Nació en Sevilla en 1916. Formó parte de la Asociación de Estudiantes Católicos. Periodista y licenciado en derecho, fue redactor jefe de la revista FE de Falange Española en Sevilla durante la Guerra Civil en 1936 y en el periódico Sur de Málaga en 1937. Acabada la guerra fue nombrado director de FE de Falange Española en 1944 en Madrid. Con motivo de su permanente adhesión y compromiso con el bando sublevado contra la República, fue distinguido con varias premios y condecoraciones en pleno régimen franquista. Y como colofón de su carrera profesional adherida al Movimiento, fue nombrado corresponsal de RTVE y Radio Nacional en Roma entre 1964 y 1967. Su esposa, también periodista, fue nombrada corresponsal en Roma del Diario Pueblo fundado por los sindicatos franquistas.
Tan brillante y productiva carrera a la sombra del franquismo corresponde a Francisco Narbona González, padre de Cristina Narbona Ruiz, quien, tras fallecer su padre, “elaboró” una biografía ajustada a su ambición política, según la cual su padre, perseguido por el régimen franquista, hubo de exiliase a Roma. Ella, perseguida como su padre, huyó de España como exiliada y se “refugio” en Roma. La verdad es que vivió en una casa suntuosa pagada por RTVE y disfrutó con su familia de todas las prebendas del franquismo. Pronto cambió de camisa. Cuando Franco murió, decidió “cambiar de opinión”, como Sánchez. Entre otros cargos políticos, con el PSOE fue diputada nacional por Almería y nombrada ministra por Rodríguez Zapatero. Lo único cierto de su falseada actividad política fue una traición a sus votantes almerienses y a los andaluces en general: Cristina Narbona fue la ministra que propuso la derogación del Plan Hidrológico Nacional. Entre las comunidades del Levante directamente perjudicadas por Narbona, Almería, donde ella era diputada por el PSOE en aquellas fechas. Las consecuencias de aquella fechoría pergeñada por Zapatero para congraciase con el independentismo en Cataluña, se hacen ahora más visibles que nunca en tal grado que peligra la productividad y extensión de sector de la agricultura, singularmente en Murcia y Almería por falta de agua de regadío. Ignoro los motivos del PSOE de Almería y Murcia para no declarar persona non grata a esta falsaria apegada a la nómina pública.
Cuarta. Y como colofón de estas perlas cultivadas comentar el ingenio y la creatividad del líder del PP Núñez Feijoo. El líder del PP pretende sustanciar un proyecto de Estado fundamentado en la política. Son millones de votantes que exigen dar respuesta a la izquierda desde las ideas liberales y conservadoras, tal que en Reino Unido o Alemania. La respuesta de Feijoo a la demanda de revitalización generacional en un partido anquilosado, ha sido incorporar a la directiva del PP al “Joven Arenas” esperanza política embalsamada con mirra y enmarcada en metacrilato desde el pleistoceno. Para esta tarea de largo alcance, Feijoo no considera necesarios intelectuales, pensadores, filósofos, académicos, catedráticos, caterva innecesaria y peligrosa por aquello del criterio propio y la razón. Con esta estrategia es posible que el PP no logre aglutinar el descontento social en las urnas ensanchando el centro derecha, base de una mayoría suficiente con posibilidades de ganar las elecciones y alcanzar el poder. Resulta incomprensible que la pieza angular de ese proyecto sea el “Joven Arenas”, figura arcaica motivo de burlas y memes en redes sociales.
Quinta. Concluyo con una noticia: la UE alcanza un acuerdo para regular el uso de la inteligencia artificial. Las noticias sobre el alcance de esta tecnología desbordan la imaginación. Hay detractores que auguran el fin del mundo que conocemos invadido por voluntades ajenas al pensamiento humano. Y hay también defensores a ultranza que vislumbran un mundo feliz donde los problemas fueran resueltos por algoritmos que expresarán la razón pura. Sin embargo, unos y otros pronostican que la inteligencia artificial no será capaz de erradicar el peligro potencial de la tontuna ni de la envidia o la inquina. Legiones de imbéciles, idiotas, tontos y envidiosos, continuarán impertérritos en su labor de joder las vidas de sus prójimos. Ejemplo muy visible y como ensayo del futuro inmediato, el panorama desolador en el profundo Sur de la civilización occidental donde no cabe un tonto ni un envidioso más por metro cuadrado habitable.