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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
No creo que nos fiemos, tras la experiencia vivida en estos años, que lo podamos hacer del que dice ser el presidente del Gobierno. Han sido tantas las veces que nos ha intentado vender la moto, que cualquiera se fía de él. Decide arreglar una ley, la de “solo sí es sí”, y el caballero no aparece a la hora de votar ese cambio en el Congreso. Oscuro caballero, ciertamente. Esa ha sido la última tras los noventa y tres mil pisos que va a repartir entre los ciudadanos. 93.000 alegrías para los miles de necesitados. El problema es que en siete años no ha repartido ni uno, y ahora, por aquello de las elecciones, se saca de la chistera noventa y tres mil (93.000), eso no lo hacia ni el gran Houdini.
Estos Sánchez, madre mía. Anduvo de paseo por Almería hace unas semanas, con páginas y más páginas en la prensa, ¿habría que saber cuánto ha pagado por ellas? La ministra de Transporte del reino de los Sánchez. La excelsa, con el mismo apellido que el presidente, y de nombre Raquel, nos ha vendido a los ciudadanos de esta provincia, almerienses todos, que tendremos un nuevo tren con la capital del reino de los Sánchez, el Madrid de Ayuso (no les nombre usted la bicha, que se ponen de mala hostia), por la tarde, para dentro de unos meses.
¿Cuántos meses? No lo ha dicho. ¿Y por qué?
Eso es lo que nos gustaría saber a los ciudadanos. Lo mismo ni ella misma lo sabe. Pero había que decir algo sobre las comunicaciones y a la mujer no se le ocurrió otra cosa que lo de la tarde, lo de un tren con la capital de reino, el Madrid de Ayuso (le he dicho que no mencione a la soga en la casa del ahorcado, perdón, no volverá a ocurrir, lo prometo) para dentro de unos meses.
Si doña Raquel, por aquellas cosas íntimas del amor se quedara embarazada, siempre que ella de su consentimiento, es muy probable que su hijo, o hija naciera, habiendo dejado ella de ser ministra. Vamos que ese hijo o hija no vería la llegada de ese tren por la tarde que dice va a unir Almería con Madrid (el de Ayuso), lo siento no lo he podido remediar, siendo ella ministra de trenes, aviones y demás cacharros que circulan por las carreteras de esta España nuestra. Matice usted, que creo que se hace necesario. Perdón, tiene razón, esta España actual de los Sánchez, los Otegui, los Rufián, los Montero y cía.
Todo apunta a que, en el tiempo que dura un embarazo, nueve gloriosos meses, eso lo dice usted, España va a cambiar de manos. Así lo manifiestan las encuestas. Yo no me fío de los Sánchez, estos son capaces de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder, lo mismo incluso nos ponen de verdad a los almerienses un tren por la tarde con el Madrid de Ayuso (es usted malvado, se lo tengo dicho), es posible, no se lo voy a negar, pero todavía no he pactado con los hijos de los terroristas, con los delincuentes que dan golpes de estado, o con los políticos que hace leyes para sacar a violadores a la calle.
Eso lo hacen los Sánchez que tenemos mandando desde la capital, el Madrid de Ayuso.
Ya vemos que tiene usted la leche hoy en Torrecárdenas. ¿Qué médico la trata?
Estos Sánchez, madre mía. Anduvo de paseo por Almería hace unas semanas, con páginas y más páginas en la prensa, ¿habría que saber cuánto ha pagado por ellas? La ministra de Transporte del reino de los Sánchez. La excelsa, con el mismo apellido que el presidente, y de nombre Raquel, nos ha vendido a los ciudadanos de esta provincia, almerienses todos, que tendremos un nuevo tren con la capital del reino de los Sánchez, el Madrid de Ayuso (no les nombre usted la bicha, que se ponen de mala hostia), por la tarde, para dentro de unos meses.
¿Cuántos meses? No lo ha dicho. ¿Y por qué?
Eso es lo que nos gustaría saber a los ciudadanos. Lo mismo ni ella misma lo sabe. Pero había que decir algo sobre las comunicaciones y a la mujer no se le ocurrió otra cosa que lo de la tarde, lo de un tren con la capital de reino, el Madrid de Ayuso (le he dicho que no mencione a la soga en la casa del ahorcado, perdón, no volverá a ocurrir, lo prometo) para dentro de unos meses.
Si doña Raquel, por aquellas cosas íntimas del amor se quedara embarazada, siempre que ella de su consentimiento, es muy probable que su hijo, o hija naciera, habiendo dejado ella de ser ministra. Vamos que ese hijo o hija no vería la llegada de ese tren por la tarde que dice va a unir Almería con Madrid (el de Ayuso), lo siento no lo he podido remediar, siendo ella ministra de trenes, aviones y demás cacharros que circulan por las carreteras de esta España nuestra. Matice usted, que creo que se hace necesario. Perdón, tiene razón, esta España actual de los Sánchez, los Otegui, los Rufián, los Montero y cía.
Todo apunta a que, en el tiempo que dura un embarazo, nueve gloriosos meses, eso lo dice usted, España va a cambiar de manos. Así lo manifiestan las encuestas. Yo no me fío de los Sánchez, estos son capaces de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder, lo mismo incluso nos ponen de verdad a los almerienses un tren por la tarde con el Madrid de Ayuso (es usted malvado, se lo tengo dicho), es posible, no se lo voy a negar, pero todavía no he pactado con los hijos de los terroristas, con los delincuentes que dan golpes de estado, o con los políticos que hace leyes para sacar a violadores a la calle.
Eso lo hacen los Sánchez que tenemos mandando desde la capital, el Madrid de Ayuso.
Ya vemos que tiene usted la leche hoy en Torrecárdenas. ¿Qué médico la trata?