La Unión de Pequeños Agricultores prevé una cosecha "récord"
ALMERÍA HOY / 23·05·2023
La secretaria general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Almería, Francisca Iglesias, ha valorado el efecto de las precipitaciones registradas en las últimas horas especialmente en la comarca del Almanzora y norte de la provincia, donde las lluvias "no han producido daños ni en cultivos ni en accesos, en general" sino que, al contrario, han supuesto una "resurrección" para el almendro, lo que posibilitará, si se mantiene la misma tendencia, una cosecha "récord" de hasta mil a mil kilos de fruto de cáscara por hectárea, "algo que no conocíamos desde hace mucho tiempo".
En declaraciones a Europa Press, Iglesias ha señalado que las precipitaciones en las comarcas de Almanzora han rondado los 60 litros por metro cuadrado, lo que ha supuesto la salida de algunas ramblas y barrancos que han anegado ciertos caminos pero sin que se hayan registrado daños de importancia de forma general ni incidentes graves.
"Ha sido una lluvia que ha venido muy bien, como agua de mayo podríamos decir, ante una situación de extrema necesidad", ha valorado la representante de UPA, quien augura con estas lluvias una "gran cosecha" de almendra dado que si bien los árboles portaban una gran cantidad de fruto, la sequía y la falta de agua podía hacer que los ejemplares se deshicieran del fruto antes de su maduración.
Iglesias ha recordado que en la provincia "no había llovido prácticamente desde diciembre", lo que estaba provocando que "los almendros, principalmente, estuvieran desprendiéndose de su cosecha". Así, de no producirse episodios de pedrisco o fuertes precipitaciones, "la campaña está casi salvada".
En este sentido, ha estimado un posible récord de producción de almendra que alcanzaría hasta los mil kilos por hectárea frente a una campaña normal de secano, que ronda los 500 kilos de fruto de cáscara por hectárea. "El año pasado apenas hubo almendra a causa de los hongos derivados de la humedad y las lluvias de abril y mayo, con lo que la campaña estuvo en torno a un 30 por ciento", ha recordado.
Del mismo modo, ha valorado el efecto de la precipitaciones a la hora de lograr nuevos pastos naturales en la zona, dado que los ganaderos estaban pagando hasta ahora una media de entre 45 y 60 céntimos por kilo de pienso de mantenimiento, lo que hacía "antirrentable" su actividad, de modo que incluso, varios de ellos, habían optado por reducir el número de cabezas de ovino en sus explotaciones.
Desde UPA han valorado también el efecto de las lluvias a la hora de facilitar el riego en las explotaciones hortofrutícolas ante el aumento del nivel del embalse de Cuevas del Almanzora "en estos momentos en los que no teníamos agua del trasvase Segura ni del Negratín", ha estimado.
En declaraciones a Europa Press, Iglesias ha señalado que las precipitaciones en las comarcas de Almanzora han rondado los 60 litros por metro cuadrado, lo que ha supuesto la salida de algunas ramblas y barrancos que han anegado ciertos caminos pero sin que se hayan registrado daños de importancia de forma general ni incidentes graves.
"Ha sido una lluvia que ha venido muy bien, como agua de mayo podríamos decir, ante una situación de extrema necesidad", ha valorado la representante de UPA, quien augura con estas lluvias una "gran cosecha" de almendra dado que si bien los árboles portaban una gran cantidad de fruto, la sequía y la falta de agua podía hacer que los ejemplares se deshicieran del fruto antes de su maduración.
Iglesias ha recordado que en la provincia "no había llovido prácticamente desde diciembre", lo que estaba provocando que "los almendros, principalmente, estuvieran desprendiéndose de su cosecha". Así, de no producirse episodios de pedrisco o fuertes precipitaciones, "la campaña está casi salvada".
En este sentido, ha estimado un posible récord de producción de almendra que alcanzaría hasta los mil kilos por hectárea frente a una campaña normal de secano, que ronda los 500 kilos de fruto de cáscara por hectárea. "El año pasado apenas hubo almendra a causa de los hongos derivados de la humedad y las lluvias de abril y mayo, con lo que la campaña estuvo en torno a un 30 por ciento", ha recordado.
Del mismo modo, ha valorado el efecto de la precipitaciones a la hora de lograr nuevos pastos naturales en la zona, dado que los ganaderos estaban pagando hasta ahora una media de entre 45 y 60 céntimos por kilo de pienso de mantenimiento, lo que hacía "antirrentable" su actividad, de modo que incluso, varios de ellos, habían optado por reducir el número de cabezas de ovino en sus explotaciones.
Desde UPA han valorado también el efecto de las lluvias a la hora de facilitar el riego en las explotaciones hortofrutícolas ante el aumento del nivel del embalse de Cuevas del Almanzora "en estos momentos en los que no teníamos agua del trasvase Segura ni del Negratín", ha estimado.