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PASEO ABAJO/Juan Torrijos
Lo que nos preguntamos los mortales, tras casi quince años de espera a que esta llegue.
¿Es justa la misma?
Se comentó, allá por el dos mil nueve, que habían dejado el ayuntamiento ejidense a dos velas, que eran más de doscientos millones de euros de dinero público los que habían volado, sin saber la senda que tomaron los billetes. Debieron ser tantas, que no le ha sido posible a la justicia seguirlas todas.
Las condenas a los dos grandes protagonistas se basan en unos pocos millones de euros, todo apunta a que los investigadores de la ciega no han encontrado más. Y eso que tardaron más de diez años en la dichosa búsqueda.
El caso facturas de la Diputación de Almería, donde la justicia asumió que se había malversado una cantidad que rondaba los setecientos mil euros, le costó al entonces vicepresidente diez años de cárcel, o fueron once.
700.000 euros: Diez años de cárcel.
Caso Poniente, la justicia apunta a una malversación de 54 millones, euro arriba-abajo, condena al entonces alcalde Juan Enciso cinco años y tres meses.
54 millones y pico: 5 años y tres meses de prisión.
Ahora van ustedes y me dicen si la justicia que tenemos, más bien que padecemos los ciudadanos, es JUSTA.
Le entran ganas a uno de decir: ¡Y un mojón! Le entran ganas, no es que lo diga, no quiero caer en manos de ella.
En lo que respecta al señor Alemán, don José, él no era un responsable político en la corporación, si engañó o no a Juan Enciso, o si este se dejó engañar, es algo que le atañe al político, que es el responsable ante los ciudadanos que le votaron de lo que ocurra con sus dineros dentro de ese ayuntamiento que pagan con sus impuestos. Al señor Alemán, don José, le han caído un par de años más que a Juan Enciso. Vuelvo a insistir, aunque ustedes me llamen pesao.
A la secretaria del patronato de turismo de la diputación, que tampoco era cargo público, por una cantidad malversada de setecientos mil euros, la justicia le atiza nueve años y diez meses de prisión. Después, quiero recordar que le rebajaron dos de esos nueve.
Estamos ante el mismo ejemplo. Pepe Alemán, 54 millones, 7 años y seis meses.
María Teresa González, 700 mil euros, 9 años y diez meses, a los que después se les rebajó dos años.
Sigo: Ahora van ustedes y me dicen si la justicia que tenemos, más bien padecemos los ciudadanos, es JUSTA. Les mando al renglón correspondiente un poco más arriba.
Cuesta trabajo creerlo, que quieren que les diga. Pero así es. Y no entro en la cuestión política de los afectados, que de todos es conocida.
¿Y por qué no entrar?
El vicepresidente de la diputación condenado era del Partido Socialista (Psoe). En cuanto al alcalde de El Ejido, aunque tuvo al final su propio partido, recuerdan al Pal, era en aquellos años un alto miembro del Partido Popular (Pp). Ponía y quitaba candidatos como quería, y si no que se lo pregunten a Pepe Añez.
Han tardado la intemerata, hablamos de algo que ocurrió allá por el año dos mil nueve y que por fin se ha conocido la sentencia en el veintitrés. Si una justicia lenta, dicen los técnicos que no es justa, ya me dirán ustedes lo que podemos pensar y creer de la que acaba de llegar a la opinión pública.
Cómo estaría el panorama que hasta el juez Columna tuvo que salir a pedir perdón a los ciudadanos ante el retraso en dar a conocer la sentencia de Enciso y Alemán.
Saldrá alguien (no voy a pedir que lo haga el señor Columna) a explicar la sentencia que hemos conocido en estos días, entiendo que los jueces solo deben hablar en sus sentencias, pero tras el conocimiento de algunas de ellas, Caso Poniente o Facturas, creo que también deben exponer las mismas y defenderlas ante la opinión de los ciudadanos.
Tristemente los jueces se van ganando el mismo prestigio que nuestros políticos. Y no veo que hagan nada por remediarlo. Ellos sabrán por qué lo hacen.
¿Es justa la misma?
Se comentó, allá por el dos mil nueve, que habían dejado el ayuntamiento ejidense a dos velas, que eran más de doscientos millones de euros de dinero público los que habían volado, sin saber la senda que tomaron los billetes. Debieron ser tantas, que no le ha sido posible a la justicia seguirlas todas.
Las condenas a los dos grandes protagonistas se basan en unos pocos millones de euros, todo apunta a que los investigadores de la ciega no han encontrado más. Y eso que tardaron más de diez años en la dichosa búsqueda.
El caso facturas de la Diputación de Almería, donde la justicia asumió que se había malversado una cantidad que rondaba los setecientos mil euros, le costó al entonces vicepresidente diez años de cárcel, o fueron once.
700.000 euros: Diez años de cárcel.
Caso Poniente, la justicia apunta a una malversación de 54 millones, euro arriba-abajo, condena al entonces alcalde Juan Enciso cinco años y tres meses.
54 millones y pico: 5 años y tres meses de prisión.
Ahora van ustedes y me dicen si la justicia que tenemos, más bien que padecemos los ciudadanos, es JUSTA.
Le entran ganas a uno de decir: ¡Y un mojón! Le entran ganas, no es que lo diga, no quiero caer en manos de ella.
En lo que respecta al señor Alemán, don José, él no era un responsable político en la corporación, si engañó o no a Juan Enciso, o si este se dejó engañar, es algo que le atañe al político, que es el responsable ante los ciudadanos que le votaron de lo que ocurra con sus dineros dentro de ese ayuntamiento que pagan con sus impuestos. Al señor Alemán, don José, le han caído un par de años más que a Juan Enciso. Vuelvo a insistir, aunque ustedes me llamen pesao.
A la secretaria del patronato de turismo de la diputación, que tampoco era cargo público, por una cantidad malversada de setecientos mil euros, la justicia le atiza nueve años y diez meses de prisión. Después, quiero recordar que le rebajaron dos de esos nueve.
Estamos ante el mismo ejemplo. Pepe Alemán, 54 millones, 7 años y seis meses.
María Teresa González, 700 mil euros, 9 años y diez meses, a los que después se les rebajó dos años.
Sigo: Ahora van ustedes y me dicen si la justicia que tenemos, más bien padecemos los ciudadanos, es JUSTA. Les mando al renglón correspondiente un poco más arriba.
Cuesta trabajo creerlo, que quieren que les diga. Pero así es. Y no entro en la cuestión política de los afectados, que de todos es conocida.
¿Y por qué no entrar?
El vicepresidente de la diputación condenado era del Partido Socialista (Psoe). En cuanto al alcalde de El Ejido, aunque tuvo al final su propio partido, recuerdan al Pal, era en aquellos años un alto miembro del Partido Popular (Pp). Ponía y quitaba candidatos como quería, y si no que se lo pregunten a Pepe Añez.
Han tardado la intemerata, hablamos de algo que ocurrió allá por el año dos mil nueve y que por fin se ha conocido la sentencia en el veintitrés. Si una justicia lenta, dicen los técnicos que no es justa, ya me dirán ustedes lo que podemos pensar y creer de la que acaba de llegar a la opinión pública.
Cómo estaría el panorama que hasta el juez Columna tuvo que salir a pedir perdón a los ciudadanos ante el retraso en dar a conocer la sentencia de Enciso y Alemán.
Saldrá alguien (no voy a pedir que lo haga el señor Columna) a explicar la sentencia que hemos conocido en estos días, entiendo que los jueces solo deben hablar en sus sentencias, pero tras el conocimiento de algunas de ellas, Caso Poniente o Facturas, creo que también deben exponer las mismas y defenderlas ante la opinión de los ciudadanos.
Tristemente los jueces se van ganando el mismo prestigio que nuestros políticos. Y no veo que hagan nada por remediarlo. Ellos sabrán por qué lo hacen.
