El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto. La capilla ardiente será instalada en la iglesia parroquial
ALMERÍA HOY / 15·11·2021
Monseñor Bernardo Ávila ha fallecido esta tarde, sobre las 15:45, en su localidad natal, Antas, a la edad de 91 años tras una larga lucha contra el cáncer.
Don Bernardo, como era conocido en su pueblo, recibió el título de monseñor en 2016, y recibió un homenaje el pasado 8 de septiembre organizado por el Ayuntamiento, que le dedicó ese día una plaza en la que se erige un busto con su efigie.
El Consistorio ha decretado tres días de luto oficial durante los que ondearán a media asta todas las banderas izadas en los edificios oficiales.
Además, la capilla ardiente se ha establecido en la iglesia parroquial, donde podrá ser velado hasta las 12:00 de este martes, 16 de noviembre, en que tendrán lugar las exequias fúnebres, a las que ha confirmado su asistencia el obispo de la diócesis de Almería, así como su predecesor en el cargo.
Don Bernardo era una persona muy querida en su pueblo, donde ejerció como párroco y en el que, hasta el momento de su defunción, continuaba desempeñando el puesto con carácter emérito. Gran melómano, era un organista y compositor excepcional. Precisamente ahora, dos destacados músicos locales estaban adaptando varias piezas de su producción, que supera las 300, para un concierto previsto en la próxima primavera.
Don Bernardo, como era conocido en su pueblo, recibió el título de monseñor en 2016, y recibió un homenaje el pasado 8 de septiembre organizado por el Ayuntamiento, que le dedicó ese día una plaza en la que se erige un busto con su efigie.
El Consistorio ha decretado tres días de luto oficial durante los que ondearán a media asta todas las banderas izadas en los edificios oficiales.
Además, la capilla ardiente se ha establecido en la iglesia parroquial, donde podrá ser velado hasta las 12:00 de este martes, 16 de noviembre, en que tendrán lugar las exequias fúnebres, a las que ha confirmado su asistencia el obispo de la diócesis de Almería, así como su predecesor en el cargo.
Don Bernardo era una persona muy querida en su pueblo, donde ejerció como párroco y en el que, hasta el momento de su defunción, continuaba desempeñando el puesto con carácter emérito. Gran melómano, era un organista y compositor excepcional. Precisamente ahora, dos destacados músicos locales estaban adaptando varias piezas de su producción, que supera las 300, para un concierto previsto en la próxima primavera.