La investigación comenzó en junio, cuando la Comisaría Provincial de Almería tuvo conocimiento de que una mujer había sido víctima de trata con fines de explotación sexual
ALMERÍA HOY / 13·10·2020
Las mujeres eran engañadas por un taxista ilegal, el cual se ofrecía a ayudarles a buscar alojamiento en un cortijo de una mujer que les iba a dar muchas facilidades para pagar el alquiler.
Una vez instaladas en la vivienda, le eran impuestas unas deudas por los gastos de alojamiento, y como no tenían ingresos para saldar esa deuda, eran obligadas contra su voluntad a ejercer la prostitución para hacer frente a la misma.
Para evitar que las víctimas pudieran denunciar los hechos, les eran retirados sus teléfonos móviles y les prohibían salir de la vivienda, siendo vigiladas en todo momento por dos hombres, además de ser amenazadas con hacerle daño a sus familias en sus países de origen si no cumplían con el pago de la deuda.
Las mujeres eran obligadas a tomar anticonceptivos para controlar su periodo menstrual, y no podían negarse a mantener relaciones sexuales con ningún cliente, llegando a atender en algunas ocasiones a 20 clientes diarios y hasta 45 en un fin de semana.
Las mujeres eran trasladadas dos días a las semana a un bar en la localidad de San Isidro, donde captaban clientes que se llevaban al cortijo donde vivían para finalizar el servicio.
Con la investigación, encartada dentro de la 'Operación Fresote', se ha logrado detener a tres personas, una mujer y dos hombres, imputados de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y delitos relativos a la prostitución.
Uno de los detenidos ha ingresado en prisión por orden del Juzgado que se ocupa de la causa.