ALMERÍA HOY / 01·11·2018
A las 22:50 horas del día 29 de octubre los agentes de servicio de la Guardia Civil de Almería, reciben un aviso de la central de comunicaciones (C. O. C 062) por la existencia de un incendio en una vivienda en una calle céntrica de Vera (Almería).
Trasladada una patrulla de la Guardia Civil al lugar, los agentes comprueban como no existen llamas, pero sale de la vivienda una gran cantidad de humo, comprobando como en el interior de la misma todavía se encuentran varias personas.
Los agentes de la Guardia Civil consiguen entrar en la vivienda para auxiliar a estas personas, y encuentran a una madre y sus dos hijos menores de edad, los cuales han inhalado gran cantidad de humo y se encuentran gravemente intoxicados.
Los agentes actúan rápidamente abriendo ventanas, desconectando el cuadro de luces con la intención de evitar cortocircuitos, ya que al parecer el origen del incendio está en el extractor de humos de la cocina.
Cuando los agentes inspeccionan la vivienda, encuentran en una de las habitaciones uno de los menores en la cama semiinconsciente y sin respuesta ante los estímulos que le hacían los agentes, evacuándolo hasta la calle rápidamente, donde junto con los servicios médicos lograron que el menor recuperase la consciencia.
Posteriormente y una vez que todas las personas son evacuadas a la calle, son trasladadas al Hospital de Huércal Overa por la severa gran cantidad de humo inhalado y por el estado de ansiedad que presenta una de las menores.
Trasladada una patrulla de la Guardia Civil al lugar, los agentes comprueban como no existen llamas, pero sale de la vivienda una gran cantidad de humo, comprobando como en el interior de la misma todavía se encuentran varias personas.
Los agentes de la Guardia Civil consiguen entrar en la vivienda para auxiliar a estas personas, y encuentran a una madre y sus dos hijos menores de edad, los cuales han inhalado gran cantidad de humo y se encuentran gravemente intoxicados.
Los agentes actúan rápidamente abriendo ventanas, desconectando el cuadro de luces con la intención de evitar cortocircuitos, ya que al parecer el origen del incendio está en el extractor de humos de la cocina.
Cuando los agentes inspeccionan la vivienda, encuentran en una de las habitaciones uno de los menores en la cama semiinconsciente y sin respuesta ante los estímulos que le hacían los agentes, evacuándolo hasta la calle rápidamente, donde junto con los servicios médicos lograron que el menor recuperase la consciencia.
Posteriormente y una vez que todas las personas son evacuadas a la calle, son trasladadas al Hospital de Huércal Overa por la severa gran cantidad de humo inhalado y por el estado de ansiedad que presenta una de las menores.