En algunas zonas de la comarca del Almanzora, los cítricos y frutales no reciben ningún riego y los árboles han comenzado a perder las hojas
ALMERÍA HOY / 15·09·2017
La Mesa del Agua de Almería ha decidido trasladar al Ministerio de Agricultura y Pesca la petición excepcional de un «riego de socorro» para salvar los aproximadamente cuatro millones de árboles frutales que, según apuntan desde la Mesa, «están a punto de perecer a consecuencia de la suspensión del Trasvase Negratín-Almanzora».
De acuerdo con las estimaciones de las comunidades de regantes de las zonas afectadas, se necesita con la mayor urgencia la llegada de cinco hectómetros cubicos del Negratín para garantizar los riegos de socorro que evitarían la pérdida de la cosecha de cítricos y de fruta de hueso.
Desde hace ya varios días, en algunas zonas de la comarca del Almanzora, los cítricos y frutales no reciben ningún riego y los árboles han comenzado a perder las hojas. La inminente cosecha de clementinas, que se iniciará en menos de diez días, corre el peligro de perderse si no llega agua con urgencia.
«En estos momentos, los frutos no están alcanzando el calibre comercial, ya que el engorde habitual que se registra por estas fechas se ha visto menguado por la falta de agua. Tras la cosecha de clementinas se verán afectadas otras producciones de cítricos, y posteriormente las de fruta de hueso como melocotón, paraguayo, nectarina y ciruela», afirman los regantes.
La situación es especialmente grave en las comunidades de regantes que tenían el agua del Negratín como único recurso disponible. Esto sucede en la zona alta de la comarca del Almanzora y especialmente en la zona norte de Huércal-Overa, donde algunas plantaciones ya han entrado en 'dotación cero' y no reciben agua. En la mayoría de las fincas de cítricos, las escasas reservas existentes en los embalses a pie de parcela quedarán agotadas la semana que viene. «Las recientes lluvias han dado para un riego o dos, pero la situación es dramática y si el Gobierno no hace nada por remediarlo esto significará la ruina de muchas familias y el arranque de millones de árboles que fueron sembrados hace décadas», explica el portavoz de la Mesa del Agua, José Antonio Fernández.
Las hortalizas, también en peligro
La petición urgente de 5 Hm3 constituye «el mínimo imprescindible» para evitar el arranque de los árboles. En ningún caso, el riego de socorro supone un remedio para la situación por la que atraviesan los cultivos hortícolas. La lechuga es una de las producciones más afectadas y algunas empresas productoras de la comarca se han visto obligadas a sembrar solo el 25% de la superficie disponible.
«El desánimo es generalizado porque no se van a poder cumplir los compromisos comerciales y el descenso en el volumen de producción implica a corto plazo que se perderán cientos de empleos en el campo y en la industria del manipulado y envasado», añade el portavoz de la Mesa del Agua, quien asegura que «productores y comercializadores del Almanzora sufren una situación de verdadera agonía».
Cabe recordar que la pérdida de los 43 Hm3 de agua de riego procedentes del trasvase Negratín-Almanzora se suma a los 20 Hm3 que tampoco se reciben actualmente del Tajo-Segura y a los 15 Hm3 que nunca llegaron a suministrarse de la desaladora de Cuevas del Almanzora, inutilizada tras las inundaciones de 2012. Por tanto, los regantes del Almanzora cuentan con 78 Hm3 menos para iniciar la nueva campaña agrícola.
De acuerdo con las estimaciones de las comunidades de regantes de las zonas afectadas, se necesita con la mayor urgencia la llegada de cinco hectómetros cubicos del Negratín para garantizar los riegos de socorro que evitarían la pérdida de la cosecha de cítricos y de fruta de hueso.
Desde hace ya varios días, en algunas zonas de la comarca del Almanzora, los cítricos y frutales no reciben ningún riego y los árboles han comenzado a perder las hojas. La inminente cosecha de clementinas, que se iniciará en menos de diez días, corre el peligro de perderse si no llega agua con urgencia.
«En estos momentos, los frutos no están alcanzando el calibre comercial, ya que el engorde habitual que se registra por estas fechas se ha visto menguado por la falta de agua. Tras la cosecha de clementinas se verán afectadas otras producciones de cítricos, y posteriormente las de fruta de hueso como melocotón, paraguayo, nectarina y ciruela», afirman los regantes.
La situación es especialmente grave en las comunidades de regantes que tenían el agua del Negratín como único recurso disponible. Esto sucede en la zona alta de la comarca del Almanzora y especialmente en la zona norte de Huércal-Overa, donde algunas plantaciones ya han entrado en 'dotación cero' y no reciben agua. En la mayoría de las fincas de cítricos, las escasas reservas existentes en los embalses a pie de parcela quedarán agotadas la semana que viene. «Las recientes lluvias han dado para un riego o dos, pero la situación es dramática y si el Gobierno no hace nada por remediarlo esto significará la ruina de muchas familias y el arranque de millones de árboles que fueron sembrados hace décadas», explica el portavoz de la Mesa del Agua, José Antonio Fernández.
Las hortalizas, también en peligro
La petición urgente de 5 Hm3 constituye «el mínimo imprescindible» para evitar el arranque de los árboles. En ningún caso, el riego de socorro supone un remedio para la situación por la que atraviesan los cultivos hortícolas. La lechuga es una de las producciones más afectadas y algunas empresas productoras de la comarca se han visto obligadas a sembrar solo el 25% de la superficie disponible.
«El desánimo es generalizado porque no se van a poder cumplir los compromisos comerciales y el descenso en el volumen de producción implica a corto plazo que se perderán cientos de empleos en el campo y en la industria del manipulado y envasado», añade el portavoz de la Mesa del Agua, quien asegura que «productores y comercializadores del Almanzora sufren una situación de verdadera agonía».
Cabe recordar que la pérdida de los 43 Hm3 de agua de riego procedentes del trasvase Negratín-Almanzora se suma a los 20 Hm3 que tampoco se reciben actualmente del Tajo-Segura y a los 15 Hm3 que nunca llegaron a suministrarse de la desaladora de Cuevas del Almanzora, inutilizada tras las inundaciones de 2012. Por tanto, los regantes del Almanzora cuentan con 78 Hm3 menos para iniciar la nueva campaña agrícola.