La sentencia, sobre la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, condena al acusado por un delito de homicidio imprudente en concurso con un delito contra los derechos de los trabajadores
EUROPA PRESS / 08·09·2017
El Juzgado de lo Penal número 2 de Almería ha condenado a dos años de prisión a I.V.N. a dos años de prisión por la muerte de un trabajador de 26 años natural de Rumanía que falleció tras precipitarse más de tres metros desde un invernadero en construcción al que subió con otros empleado mientras transportaba un rollo de plástico de entre 100 y 130 kilos de peso que le cayó encima, lo que le provocó la muerte por traumatismo torácico cerrado.
La sentencia, sobre la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, condena al acusado por un delito de homicidio imprudente en concurso con un delito contra los derechos de los trabajadores y le impone el pago de una indemnización, a abonar de forma subsidiaria por la empresa y sus seguros de responsabilidad, de 9.600 euros a cada uno de los progenitores del finado.
El acusado, que también ha sido inhabilitado durante cuatro años para trabajar en la sustitución de plásticos de invernadero, fue el encargado de contratar a los trabajadores para realizar las labores de cambio de cubierta en una explotación invernada ubicada en el Paraje de los Tristanes de Campohermoso, en Níjar.
Los hechos tuvieron lugar el 15 de octubre de 2014, cuando sobre las 8.30 horas la cuadrilla de trabajadores comenzó a subir bobinas de plástico a la cubierta del invernadero. Así, para elevar la primera de ellas se sirvieron de cuerdas, pero para la segunda «trataron de subirla subiéndose a los alambres existentes en los laterales del invernadero, acunada entre los brazos de los trabajadores».
Según recogen los hechos probados de la sentencia, al romperse un de los alambres del lateral del invernadero «por el exceso de peso que soportaba», ya que además de las bobinas había al menos tres personas, la víctima «cayó al suelo de espaldas», toda vez que la bobina de plástico no pudo ser sujetada por más tiempo por el resto de la cuadrilla y cayó desde la altura citada sobre el pecho del hombre.
El fallo dictado por el magistrado Fermín Javier Villarrubia apunta que el accidente tuvo lugar «por la utilización de un procedimiento de trabajo inadecuado» ante una «actividad peligrosa», como es la sustitución de plástico de invernadero «al no haberse empleado medios mecánicos, ni herramientas, ni equipos y materiales que garantizaran la seguridad de los trabajadores».
Igualmente, el texto destaca que ni el acusado ni la empresa efectuaron «ningún estudio ni actividad previa en materia de evaluación y prevención de riesgos laborales, no existiendo ninguna coordinación de actividades preventivas». Los trabajadores, por su parte, tampoco habían recibido «ningún tipo de formación ni información en materia de prevención de riesgos laborales» en relación al trabajo que desempeñaban.
El fallo, por otro lado, absuelve a un segundo acusado después de que no quedara acreditado que, junto al condenado, se hubiera encargado de la subcontratación de los trabajadores ni que asumiera las obligaciones en materia de seguridad así como la formación de los empleados, por lo que «como mucho», se ha observado que intermediaba en labores de organización por encargo del acusado.
La sentencia, sobre la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, condena al acusado por un delito de homicidio imprudente en concurso con un delito contra los derechos de los trabajadores y le impone el pago de una indemnización, a abonar de forma subsidiaria por la empresa y sus seguros de responsabilidad, de 9.600 euros a cada uno de los progenitores del finado.
El acusado, que también ha sido inhabilitado durante cuatro años para trabajar en la sustitución de plásticos de invernadero, fue el encargado de contratar a los trabajadores para realizar las labores de cambio de cubierta en una explotación invernada ubicada en el Paraje de los Tristanes de Campohermoso, en Níjar.
Los hechos tuvieron lugar el 15 de octubre de 2014, cuando sobre las 8.30 horas la cuadrilla de trabajadores comenzó a subir bobinas de plástico a la cubierta del invernadero. Así, para elevar la primera de ellas se sirvieron de cuerdas, pero para la segunda «trataron de subirla subiéndose a los alambres existentes en los laterales del invernadero, acunada entre los brazos de los trabajadores».
Según recogen los hechos probados de la sentencia, al romperse un de los alambres del lateral del invernadero «por el exceso de peso que soportaba», ya que además de las bobinas había al menos tres personas, la víctima «cayó al suelo de espaldas», toda vez que la bobina de plástico no pudo ser sujetada por más tiempo por el resto de la cuadrilla y cayó desde la altura citada sobre el pecho del hombre.
El fallo dictado por el magistrado Fermín Javier Villarrubia apunta que el accidente tuvo lugar «por la utilización de un procedimiento de trabajo inadecuado» ante una «actividad peligrosa», como es la sustitución de plástico de invernadero «al no haberse empleado medios mecánicos, ni herramientas, ni equipos y materiales que garantizaran la seguridad de los trabajadores».
Igualmente, el texto destaca que ni el acusado ni la empresa efectuaron «ningún estudio ni actividad previa en materia de evaluación y prevención de riesgos laborales, no existiendo ninguna coordinación de actividades preventivas». Los trabajadores, por su parte, tampoco habían recibido «ningún tipo de formación ni información en materia de prevención de riesgos laborales» en relación al trabajo que desempeñaban.
El fallo, por otro lado, absuelve a un segundo acusado después de que no quedara acreditado que, junto al condenado, se hubiera encargado de la subcontratación de los trabajadores ni que asumiera las obligaciones en materia de seguridad así como la formación de los empleados, por lo que «como mucho», se ha observado que intermediaba en labores de organización por encargo del acusado.
