El PP tira de mayoría absoluta para rechazar la petición de dimisión realizada por todos los grupos de la oposición en el último pleno
Tenso pleno celebrado en el Ayuntamiento de El Ejido. |
ALMERÍA HOY / 03·04·2017
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, se ha sometido al Pleno que, con carácter extraordinario, se ha desarrollado en el Ayuntamiento ejidense para dar «todos los detalles» en torno al proceso judicial al que está sometido «por una cuestión personal que nada tiene que ver con su gestión», según ha incidido.
«Tengo absolutamente claro que no he hecho nada irregular y no tengo ningún motivo para dimitir», ha aseverado el primer edil. De forma tajante, ha apuntado no haber cometido «ningún delito fiscal», afirmando que «así lo determinan los numerosos expertos a los que ha consultado, entre ellos registradores de la propiedad, catedráticos de derecho civil y el catedrático financiero de la Universidad de Almería», cuyos «informes dejan claro que no existe ese delito fiscal, porque cuando se trasmite la propiedad el régimen de tributación no es el de 2007».
A este respecto, el regidor ejidense ha basado su defensa en cuatro elementos que ha calificado de «claves» para determinar el acto de disposición de estos terrenos por parte de la empresa compradora, los cuales demuestran que «la operación de compraventa se consumó en 2004 y, por tanto, antes del 31 de diciembre de 2006, que es la fecha el la que se procede a la modificación y al cambio del régimen de tributación pasando éste del 15 al 30%».
Uno de ellos «es el contrato privado existente, el cual contempla en una de sus cláusulas que la compradora —Murgi— podrá, en el momento de elevar éste a público, escriturar a nombre de un tercero. Ello deja claro, según la propia jurisprudencia existente en el Tribunal Supremo, que se trata ya de un acto de disposición de la parcela y, por tanto, se entiende por consumada la compraventa». El segundo de los elementos es que «la propia Murgi ejecutó obras de acordonamiento y limpieza en dicha parcela. El proyecto de delimitación del sector que realizan, como propietarios, es el tercero de los elementos, ya que éste fue admitido por el propio Ayuntamiento —gobernado por el PAL y denunciante— a trámite de aprobación y exposición pública a través del BOP e incluso mediante la comunicación al titular Catrastral del inicio del tramitación sin que haya ningún acto de oposición», siendo el cuarto razonamiento «la tramitación del Plan Parcial con esa propiedad a nombre de Murgi».
A lo largo de su intervención, el alcalde ha insistido que «no estamos ante un caso de corrupción, ya que es una cuestión civil en la que se deberá de valorar algo tan sencillo como cuando nace el derecho imponible de la compraventa». «Están todas las pruebas e informes determinantes para ello», ha recalcado.
El PSOE lamenta que se «aferre al sillón»
La postura del PSOE ejidense es diametralmente opuesta, ya que han lamentado «que el alcalde se empeñe en aferrarse a su sillón tras negarse a dimitir en el pleno extraordinario celebrado esta mañana». La petición de dimisión que figuraba en el orden del día de la sesión plenaria se ha saldado con los votos a favor de toda la oposición y los votos en contra de los concejales del PP.
El portavoz socialista, Tomás Elorrieta, considera que «la realización de este pleno y la petición de dimisión del alcalde se justifican por la necesidad que tiene nuestro municipio de contar con un alcalde sobre el que no recaigan sospechas de delito. Pero parece que Góngora se niega a ver el perjuicio que le hace a los ciudadanos de El Ejido y se empeña es esconderse tras argumentos jurídicos que, según él, le eximen de culpa», ha dicho.
Elorrieta asegura que «al alcalde le importa muy poco la imagen tan negativa que da a este municipio el hecho de que se aferre a la alcaldía como está haciendo. Y no parece darse cuenta tampoco de que los vecinos están hartos de excusas y solo quieren que se recupere el buen nombre de su pueblo».
Añade que «Góngora no parece ser consciente de que la labor de un político debe ser intachable a todos los niveles, por lo que es imprescindible que, ante una sospecha como la que pesa sobre él, que está avalada por un auto judicial, se dé un paso atrás y se ceda el puesto a alguien que esté libre de sospecha. El alcalde debería reflexionar sobre este punto y dejar de intentar justificar su actuación».
Tomás Elorrieta concluye que «la presunción de inocencia no tiene que ver con la imagen de ejemplaridad que debe tener el alcalde de un ayuntamiento. Así lo piden los ciudadanos y así debe actuar un político. Nosotros no estamos juzgando si es culpable o no, pero le hemos pedido, y se lo vamos a seguir pidiendo, que dimita por el bien de los vecinos de este municipio, que no tienen por qué ver una vez más en los titulares el nombre de El Ejido vinculado a la palabra corrupción».
«Tengo absolutamente claro que no he hecho nada irregular y no tengo ningún motivo para dimitir», ha aseverado el primer edil. De forma tajante, ha apuntado no haber cometido «ningún delito fiscal», afirmando que «así lo determinan los numerosos expertos a los que ha consultado, entre ellos registradores de la propiedad, catedráticos de derecho civil y el catedrático financiero de la Universidad de Almería», cuyos «informes dejan claro que no existe ese delito fiscal, porque cuando se trasmite la propiedad el régimen de tributación no es el de 2007».
A este respecto, el regidor ejidense ha basado su defensa en cuatro elementos que ha calificado de «claves» para determinar el acto de disposición de estos terrenos por parte de la empresa compradora, los cuales demuestran que «la operación de compraventa se consumó en 2004 y, por tanto, antes del 31 de diciembre de 2006, que es la fecha el la que se procede a la modificación y al cambio del régimen de tributación pasando éste del 15 al 30%».
Uno de ellos «es el contrato privado existente, el cual contempla en una de sus cláusulas que la compradora —Murgi— podrá, en el momento de elevar éste a público, escriturar a nombre de un tercero. Ello deja claro, según la propia jurisprudencia existente en el Tribunal Supremo, que se trata ya de un acto de disposición de la parcela y, por tanto, se entiende por consumada la compraventa». El segundo de los elementos es que «la propia Murgi ejecutó obras de acordonamiento y limpieza en dicha parcela. El proyecto de delimitación del sector que realizan, como propietarios, es el tercero de los elementos, ya que éste fue admitido por el propio Ayuntamiento —gobernado por el PAL y denunciante— a trámite de aprobación y exposición pública a través del BOP e incluso mediante la comunicación al titular Catrastral del inicio del tramitación sin que haya ningún acto de oposición», siendo el cuarto razonamiento «la tramitación del Plan Parcial con esa propiedad a nombre de Murgi».
A lo largo de su intervención, el alcalde ha insistido que «no estamos ante un caso de corrupción, ya que es una cuestión civil en la que se deberá de valorar algo tan sencillo como cuando nace el derecho imponible de la compraventa». «Están todas las pruebas e informes determinantes para ello», ha recalcado.
El PSOE lamenta que se «aferre al sillón»
La postura del PSOE ejidense es diametralmente opuesta, ya que han lamentado «que el alcalde se empeñe en aferrarse a su sillón tras negarse a dimitir en el pleno extraordinario celebrado esta mañana». La petición de dimisión que figuraba en el orden del día de la sesión plenaria se ha saldado con los votos a favor de toda la oposición y los votos en contra de los concejales del PP.
El portavoz socialista, Tomás Elorrieta, considera que «la realización de este pleno y la petición de dimisión del alcalde se justifican por la necesidad que tiene nuestro municipio de contar con un alcalde sobre el que no recaigan sospechas de delito. Pero parece que Góngora se niega a ver el perjuicio que le hace a los ciudadanos de El Ejido y se empeña es esconderse tras argumentos jurídicos que, según él, le eximen de culpa», ha dicho.
Elorrieta asegura que «al alcalde le importa muy poco la imagen tan negativa que da a este municipio el hecho de que se aferre a la alcaldía como está haciendo. Y no parece darse cuenta tampoco de que los vecinos están hartos de excusas y solo quieren que se recupere el buen nombre de su pueblo».
Añade que «Góngora no parece ser consciente de que la labor de un político debe ser intachable a todos los niveles, por lo que es imprescindible que, ante una sospecha como la que pesa sobre él, que está avalada por un auto judicial, se dé un paso atrás y se ceda el puesto a alguien que esté libre de sospecha. El alcalde debería reflexionar sobre este punto y dejar de intentar justificar su actuación».
Tomás Elorrieta concluye que «la presunción de inocencia no tiene que ver con la imagen de ejemplaridad que debe tener el alcalde de un ayuntamiento. Así lo piden los ciudadanos y así debe actuar un político. Nosotros no estamos juzgando si es culpable o no, pero le hemos pedido, y se lo vamos a seguir pidiendo, que dimita por el bien de los vecinos de este municipio, que no tienen por qué ver una vez más en los titulares el nombre de El Ejido vinculado a la palabra corrupción».