La agresión, por la que la víctima sufre un trastorno cognitivo incapacitante, se habría producido durante una discusión por el riego de unos bancales
Audiencia Provincial de Almería. | Archivo. |
EUROPA PRESS / 04·06·2016
La Fiscalía va a solicitar 12 años de prisión para un vecino de Laroya acusado de golpear con una azada en la cabeza a otro en el transcurso de una discusión por el riego de unos bancales.
Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico con lesiones que tardaron en curar un año y por las que estuvo ingresado un mes, quedándole como secuela un «trastorno orgánico de la personalidad con incapacidad total para cualquier actividad laboral».
Según recoge el escrito de calificación provisional, J.R.C., quien será enjuiciado el martes ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, inició el 1 de julio de 2012 una discusión con la víctima cuando ambos estaban en el paraje del Álamo de la localidad de Laroya.
Al parecer, ambos iniciaron la riña por el riego de unos bancales y después de que el procesado «cortase» el agua con el que su oponente se encontraba regando un trozo de terreno.
En el transcurso de la discusión, según indica el Ministerio Público, J.R.C. golpeó presuntamente a la víctima, de 61 años, con una azada en «hasta tres ocasiones» en la cabeza.
Tras el ataque, este cayó a la acequia, perdiendo la conciencia, tras lo que el acusado abandonó el lugar y se marchó a su cortijo.
La víctima, que precisó tratamiento médico quirúrgico por neurocirugía y rehabilitación para un trastorno cognitivo secundario a las lesiones, sufre una patología «crónica e incurable» que le incapacita por completo para cualquier tipo de actividad laboral, además de haberle quedado una cicatriz de ocho centímetros en la región parieoccipital derecha.
El Ministerio Público interesa para J.R.C., al margen de la pena privativa de libertad como presunto autor de un delito de lesiones con grave enfermedad psíquica, que no pueda aproximarse al herido a una distancia inferior a 1.000 metros durante 20 años, ni que pueda comunicarse con él, ya sea por medio directo o indirecto, durante ese mismo tiempo.
En concepto de responsabilidad civil, solicita que le indemnice con 23.100 euros por las lesiones y con 450.000 euros por las secuelas ocasionadas por el ataque con la azada.
Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico con lesiones que tardaron en curar un año y por las que estuvo ingresado un mes, quedándole como secuela un «trastorno orgánico de la personalidad con incapacidad total para cualquier actividad laboral».
Según recoge el escrito de calificación provisional, J.R.C., quien será enjuiciado el martes ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, inició el 1 de julio de 2012 una discusión con la víctima cuando ambos estaban en el paraje del Álamo de la localidad de Laroya.
Al parecer, ambos iniciaron la riña por el riego de unos bancales y después de que el procesado «cortase» el agua con el que su oponente se encontraba regando un trozo de terreno.
En el transcurso de la discusión, según indica el Ministerio Público, J.R.C. golpeó presuntamente a la víctima, de 61 años, con una azada en «hasta tres ocasiones» en la cabeza.
Tras el ataque, este cayó a la acequia, perdiendo la conciencia, tras lo que el acusado abandonó el lugar y se marchó a su cortijo.
La víctima, que precisó tratamiento médico quirúrgico por neurocirugía y rehabilitación para un trastorno cognitivo secundario a las lesiones, sufre una patología «crónica e incurable» que le incapacita por completo para cualquier tipo de actividad laboral, además de haberle quedado una cicatriz de ocho centímetros en la región parieoccipital derecha.
El Ministerio Público interesa para J.R.C., al margen de la pena privativa de libertad como presunto autor de un delito de lesiones con grave enfermedad psíquica, que no pueda aproximarse al herido a una distancia inferior a 1.000 metros durante 20 años, ni que pueda comunicarse con él, ya sea por medio directo o indirecto, durante ese mismo tiempo.
En concepto de responsabilidad civil, solicita que le indemnice con 23.100 euros por las lesiones y con 450.000 euros por las secuelas ocasionadas por el ataque con la azada.