La Guardia Civil ha detenido a cinco sospechosos en Almería y Murcia como presuntos autores de un fraude masivo a nivel nacional, así como de tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas
EUROPA PRESS / 10·06·2016
La Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cataluña ha detenido en Almería y Murcia a los cinco presuntos responsables de una organización criminal especializada en estafas a través de Internet, según ha informado este viernes en un comunicado.
Los arrestados son cuatro españoles y un ucraniano a los que se les imputa la presunta comisión de delitos de estafa, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas y a tres de ellos también delitos contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos de otros.
En la operación se ha practicado un arresto en Murcia y el registro en una vivienda, donde los investigadores se han incautado de material informático, teléfonos móviles, tarjetas de crédito y diversa documentación. Además, según ha informado la Guardia Civil, el máximo responsable de esta estructura criminal tenía más de 100 señalamientos de búsqueda y/o detención por parte de diferentes juzgados.
A mediados de junio de 2015, la Unidad de Policía Judicial de Cataluña inició la investigación 'Platforms' como consecuencia de una denuncia interpuesta en Santander -Cantabria- por un empresario que había sido víctima de una estafa en la compra de maquinaria industrial.
Las primeras pesquisas de los agentes determinaron que la cuenta bancaria donde el empresario había ingresado el dinero de una supuesta compra por Internet se había abierto en una entidad bancaria de Barcelona por un vecino de esta ciudad.
A medida que avanzaba la investigación de este caso, los agentes comprobaron que no se era algo aislado, sino que era uno más de un fraude masivo en el que varias personas, en numerosas provincias de la geografía española, también habían sido estafadas en transacciones relacionadas con compras de maquinaria industrial a través de Internet.
El grupo criminal estaba perfectamente jerarquizado y cada uno de sus miembros contaba con misiones y responsabilidades claramente definidas en la ejecución de los delitos que cometían.
En cuanto a las estafas se refiere, según ha explicado la Guardia Civil, los sospechosos insertaban numerosos anuncios falsos en páginas webs de venta de productos de segunda mano, ofertando maquinaria industrial a precios francamente atractivos.
Para canalizar las comunicaciones con los futuros compradores que finalmente eran estafados utilizaban teléfonos de prepago preactivados y correos electrónicos creados para consumar las estafas.
Para dar apariencia real a la supuesta compraventa remitían facturas proforma al comprador —futuro estafado— con el logotipo de empresas reales del sector y que, obviamente, nada tenían que ver con estas actividades.
Los detenidos usaban los nombres ficticios de dos supuestas empresas denominadas Macacer y Construyer, pero a las que incorporaban el NIF de empresas reales del sector, entre ellas Ordenata Servicio Técnico de Almansa y Maquinaria de Cáceres S.L., ambas ajenas a los hechos delictivos, pero que se han visto afectadas al creer algunas víctimas que tenían relación con la estafa.
De forma paralela, otros miembros de la organización tenían instrucciones de abrir cuentas bancarias en diferentes entidades y provincias para dificultar su rastreo.
Era en estas cuentas donde se indicaba a las víctimas que debían ingresar el dinero acordado, previamente a la recepción del producto que creían haber adquirido y en algunas ocasiones se les exigía un adelanto del precio final.
También utilizaron para cobrar las estafas a personas interpuestas, denominadas en el argot delincuencial 'mulas', encargadas de abrir las cuentas bancarias a cambio de un porcentaje del beneficio obtenido en la operación ilícita.
La Guardia Civil también pudo averiguar que el líder de la organización utilizaba al menos dos nombre falsos para contactar con sus víctimas y realizar las operaciones delictivas: 'David Carrión' y 'Ángel Salazar', y tenía señalamientos de búsquedas y detenciones por más de cien juzgados en España.
En los registros efectuados por la Guardia Civil, en relación con los delitos de estafa ha sido incautado gran cantidad de material informático, teléfonos móviles y documentación.
También se han intervenido pasamontañas, máscaras, rodilleras, grilletes, una pistola detonadora modificada para dar apariencia real, una pistola eléctrica, machetes de gran tamaño, tres hachas y un puño americano, efectos cuyo uso en otra tipología de posibles actividades ilícitas está investigando la Guardia Civil.
En uno de los registros fue decomisada cartuchería de diferente calibre y sustancias estupefacientes: 38 gramos de anfetamina y productos para el 'corte' de drogas, además de una báscula electrónica usada habitualmente para el pesaje y dosificación de la mercancía para su venta.
Los arrestados son cuatro españoles y un ucraniano a los que se les imputa la presunta comisión de delitos de estafa, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas y a tres de ellos también delitos contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos de otros.
En la operación se ha practicado un arresto en Murcia y el registro en una vivienda, donde los investigadores se han incautado de material informático, teléfonos móviles, tarjetas de crédito y diversa documentación. Además, según ha informado la Guardia Civil, el máximo responsable de esta estructura criminal tenía más de 100 señalamientos de búsqueda y/o detención por parte de diferentes juzgados.
A mediados de junio de 2015, la Unidad de Policía Judicial de Cataluña inició la investigación 'Platforms' como consecuencia de una denuncia interpuesta en Santander -Cantabria- por un empresario que había sido víctima de una estafa en la compra de maquinaria industrial.
Las primeras pesquisas de los agentes determinaron que la cuenta bancaria donde el empresario había ingresado el dinero de una supuesta compra por Internet se había abierto en una entidad bancaria de Barcelona por un vecino de esta ciudad.
A medida que avanzaba la investigación de este caso, los agentes comprobaron que no se era algo aislado, sino que era uno más de un fraude masivo en el que varias personas, en numerosas provincias de la geografía española, también habían sido estafadas en transacciones relacionadas con compras de maquinaria industrial a través de Internet.
El grupo criminal estaba perfectamente jerarquizado y cada uno de sus miembros contaba con misiones y responsabilidades claramente definidas en la ejecución de los delitos que cometían.
En cuanto a las estafas se refiere, según ha explicado la Guardia Civil, los sospechosos insertaban numerosos anuncios falsos en páginas webs de venta de productos de segunda mano, ofertando maquinaria industrial a precios francamente atractivos.
Para canalizar las comunicaciones con los futuros compradores que finalmente eran estafados utilizaban teléfonos de prepago preactivados y correos electrónicos creados para consumar las estafas.
Para dar apariencia real a la supuesta compraventa remitían facturas proforma al comprador —futuro estafado— con el logotipo de empresas reales del sector y que, obviamente, nada tenían que ver con estas actividades.
Los detenidos usaban los nombres ficticios de dos supuestas empresas denominadas Macacer y Construyer, pero a las que incorporaban el NIF de empresas reales del sector, entre ellas Ordenata Servicio Técnico de Almansa y Maquinaria de Cáceres S.L., ambas ajenas a los hechos delictivos, pero que se han visto afectadas al creer algunas víctimas que tenían relación con la estafa.
De forma paralela, otros miembros de la organización tenían instrucciones de abrir cuentas bancarias en diferentes entidades y provincias para dificultar su rastreo.
Era en estas cuentas donde se indicaba a las víctimas que debían ingresar el dinero acordado, previamente a la recepción del producto que creían haber adquirido y en algunas ocasiones se les exigía un adelanto del precio final.
También utilizaron para cobrar las estafas a personas interpuestas, denominadas en el argot delincuencial 'mulas', encargadas de abrir las cuentas bancarias a cambio de un porcentaje del beneficio obtenido en la operación ilícita.
La Guardia Civil también pudo averiguar que el líder de la organización utilizaba al menos dos nombre falsos para contactar con sus víctimas y realizar las operaciones delictivas: 'David Carrión' y 'Ángel Salazar', y tenía señalamientos de búsquedas y detenciones por más de cien juzgados en España.
En los registros efectuados por la Guardia Civil, en relación con los delitos de estafa ha sido incautado gran cantidad de material informático, teléfonos móviles y documentación.
También se han intervenido pasamontañas, máscaras, rodilleras, grilletes, una pistola detonadora modificada para dar apariencia real, una pistola eléctrica, machetes de gran tamaño, tres hachas y un puño americano, efectos cuyo uso en otra tipología de posibles actividades ilícitas está investigando la Guardia Civil.
En uno de los registros fue decomisada cartuchería de diferente calibre y sustancias estupefacientes: 38 gramos de anfetamina y productos para el 'corte' de drogas, además de una báscula electrónica usada habitualmente para el pesaje y dosificación de la mercancía para su venta.