La capital multará con 200 euros a ciclistas y peatones que circulen con auriculares

El Consistorio almeriense ha aprobado una ordenanza municipal que recoge sanciones para quienes utilicen cualquier dispositivo que les distraiga de la conducción


Las penas pueden ser más severas para los ciclistas que hayan consumido alcohol o estupefacientes.

EUROPA PRESS / 30·05·2016

El Ayuntamiento de Almería ha llevado, este lunes, a pleno la aprobación definitiva de la ordenanza de circulación de peatones y ciclistas en la ciudad con la que, entre otras cuestiones, prevé multas de hasta 200 euros como infracción grave para quienes circulen utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido.

La normativa, que ha sido aprobada tras el rechazo de las alegaciones, también prevé sanciones para quienes vayan en bicicleta «utilizando manualmente el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción». Del mismo modo, las penas pueden ser más severas para los ciclistas que hayan consumido alcohol, estupefacientes o estimulantes de algún tipo.

Asimismo, la ordenanza permite la circulación por los carriles-bici y afines no solo a las bicicletas sino también a las sillas y triciclos de personas con movilidad reducida, patines, monopatines y similares. No obstante, los usuarios de tales vías estarán obligados a mantener una velocidad moderada.

Del mismo modo, regula los aparcamientos de las bicicletas, que deberán estar amarradas a las parrillas habilitadas al efecto siempre que exista alguna en un radio de 75 metros, ya que, de lo contrario, se permitirá su sujeción temporal a elementos del mobiliario urbano durante un plazo máximo de 24 horas y siempre que no entorpezcan el tránsito peatonal ni la circulación de vehículos.

Así, los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico podrán proceder a la inmovilización de la bicicleta y a su retirada si están abandonadas o si, estando aparcadas, dificultan la circulación de vehículos o personas o dañan el mobiliario urbano. Antes de la retirada de la vía pública, las autoridades competentes tomarán una fotografía de la bicicleta afectada.

En este sentido, cabe destacar que la misma ordenanza municipal prevé crear un registro de bicicletas de inscripción voluntaria, con la finalidad de evitar los robos o extravíos.