El presunto ladrón, quien también habría robado piezas de semáforos, llegó a actuar, a plena luz del día, a veinte metros de una Comisaría de Policía Nacional
 |
| Fuente en la que se produjo uno de los robos, en la avenida del Mediterráneo de la capital. |
EUROPA PRESS / 13·05·2016
La Policía Nacional ha detenido a un empleado de la concesionaria encargada del mantenimiento de las fuentes ornamentales de la capital almeriense, acusado del expolio de 17 de estas fuentes, de las que sustrajo, presuntamente, piezas y material para venderlas en chatarrerías.
El arrestado, a quien se le imputa la supuesta comisión de 17 delitos de hurto y daños por importe de unos 50.000 euros, utilizaba las herramientas, el vehículo y el uniforme de su empresa para pasar desapercibido y perpetrar las sustracciones sin llamar la atención de los ciudadanos.
Según ha informado la Comisaría en una nota, las investigaciones comenzaron el pasado mes de diciembre, a raíz de una denuncia en la que un representante de la empresa encargada del mantenimiento de las fuentes informó de que, durante más de un año, se habían sustraído numerosas piezas metálicas y se habían causado cuantiosos daños en las instalaciones de siete fuentes decorativas.
Posteriormente, durante los meses sucesivos, el representante de la compañía comunicó a los investigadores los daños y hurtos ocurridos en otras nueve fuentes más.
Tras numerosas pesquisas, los agentes pudieron determinar que el autor de los robos tenía conocimiento del funcionamiento de las fuentes, así como del horario de los empleados encargados de su mantenimiento, y que además poseía herramientas especiales y disponía de un traje impermeable.
A los investigadores les resultó muy llamativo el hecho de que los robos se perpetrasen durante el día, puesto que se necesitaban varias horas para apoderarse del material robado, ya que sustraía piezas como toberas, focos, rejillas, motores o metros de cable de cobre, y también el hecho que ningún ciudadano pudiera darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.
Más significativa les resultó la sustracción de 18 collarines y 18 boquillas de la fuente ubicada en la avenida del Mediterráneo con la calle Méndez, a escasos veinte metros de la Comisaría de Policía Nacional.
Por esta razón, se inicio otra vía de investigación, centrándose en el personal de la empresa de mantenimiento, ya que el individuo que estaba sustrayendo el material tendría que estar actuando con uniforme y con el vehículo de la compañía para no levantar sospechas, actuando, como lo hacía, a plena luz del día y durante tanto tiempo.
Venta como chatarra
Posteriormente, la Policía Nacional averiguó que los objetos sustraídos fueron vendidos en distintas chatarrerías de Huércal de Almería y de la capital, donde también fueron localizadas piezas y cabezas procedentes de semáforos. Finalmente y tras seis meses de investigaciones, los agentes lograron identificar sospechoso, tratándose de un hombre de 42 años, natural de Almería y que trabaja para la misma empresa encargada del mantenimiento de las fuentes y los semáforos de la capital.
Las gestiones practicadas han conducido al esclarecimiento de un total de 17 hechos que, presuntamente, habrían sido cometidos por el arrestado durante los últimos dos años, y que le habrían reportado un rendimiento económico de, al menos, 2.500 euros en efectivo. No obstante, todo el material sustraído y los daños causados en las fuentes decorativas están valorados en unos 50.000 euros.
El arrestado, a quien se le imputa la supuesta comisión de 17 delitos de hurto y daños por importe de unos 50.000 euros, utilizaba las herramientas, el vehículo y el uniforme de su empresa para pasar desapercibido y perpetrar las sustracciones sin llamar la atención de los ciudadanos.
Según ha informado la Comisaría en una nota, las investigaciones comenzaron el pasado mes de diciembre, a raíz de una denuncia en la que un representante de la empresa encargada del mantenimiento de las fuentes informó de que, durante más de un año, se habían sustraído numerosas piezas metálicas y se habían causado cuantiosos daños en las instalaciones de siete fuentes decorativas.
Posteriormente, durante los meses sucesivos, el representante de la compañía comunicó a los investigadores los daños y hurtos ocurridos en otras nueve fuentes más.
Tras numerosas pesquisas, los agentes pudieron determinar que el autor de los robos tenía conocimiento del funcionamiento de las fuentes, así como del horario de los empleados encargados de su mantenimiento, y que además poseía herramientas especiales y disponía de un traje impermeable.
A los investigadores les resultó muy llamativo el hecho de que los robos se perpetrasen durante el día, puesto que se necesitaban varias horas para apoderarse del material robado, ya que sustraía piezas como toberas, focos, rejillas, motores o metros de cable de cobre, y también el hecho que ningún ciudadano pudiera darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.
Más significativa les resultó la sustracción de 18 collarines y 18 boquillas de la fuente ubicada en la avenida del Mediterráneo con la calle Méndez, a escasos veinte metros de la Comisaría de Policía Nacional.
Por esta razón, se inicio otra vía de investigación, centrándose en el personal de la empresa de mantenimiento, ya que el individuo que estaba sustrayendo el material tendría que estar actuando con uniforme y con el vehículo de la compañía para no levantar sospechas, actuando, como lo hacía, a plena luz del día y durante tanto tiempo.
Venta como chatarra
Posteriormente, la Policía Nacional averiguó que los objetos sustraídos fueron vendidos en distintas chatarrerías de Huércal de Almería y de la capital, donde también fueron localizadas piezas y cabezas procedentes de semáforos. Finalmente y tras seis meses de investigaciones, los agentes lograron identificar sospechoso, tratándose de un hombre de 42 años, natural de Almería y que trabaja para la misma empresa encargada del mantenimiento de las fuentes y los semáforos de la capital.
Las gestiones practicadas han conducido al esclarecimiento de un total de 17 hechos que, presuntamente, habrían sido cometidos por el arrestado durante los últimos dos años, y que le habrían reportado un rendimiento económico de, al menos, 2.500 euros en efectivo. No obstante, todo el material sustraído y los daños causados en las fuentes decorativas están valorados en unos 50.000 euros.
