R.G.G., quien simulaba ser propietario de un inmueble situado en Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, ofrecía a inmigrantes la posibilidad de censarse en ella a cambio de distintas cantidades
EUROPA PRESS / 08·05·2016
El Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ha condenado a R.G.G. por un delito de estafa y otro de falsedad documental, después de que simulara tener una casa en propiedad en Roquetas de Mar y ofreciera a población inmigrante la posibilidad de empadronarse en ella de manera fraudulenta a cambio de distintas cantidades.
El fallo, declarado firme tras la conformidad del acusado, condena al hombre a un año y nueve meses de prisión por un delito de estafa y por otro de falsedad documental, ya que para conseguir su objetivo ofrecía a sus víctimas una factura de agua que previamente había sido modificada.
Los hechos tuvieron lugar entre febrero y marzo de 2013, cuando el acusado, movido por el «ánimo de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito», se hizo pasar por el propietario de un inmueble situado en Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar para negociar con él.
Así, autorizaba a varias personas de origen extranjero a empadronarse en el piso a cambio de dinero, con cantidades que oscilaban entre los 200 y los 360 euros, con lo que estafó a varias personas que pagaron estas cantidades para tratar de regularizar su situación.
En este sentido, el juez Luis Miguel Columna condena también al acusado a pagar una indemnización de 360 euros a uno de los estafados, así como los intereses legales que se pudieran derivar del tiempo transcurrido.
El fallo, declarado firme tras la conformidad del acusado, condena al hombre a un año y nueve meses de prisión por un delito de estafa y por otro de falsedad documental, ya que para conseguir su objetivo ofrecía a sus víctimas una factura de agua que previamente había sido modificada.
Los hechos tuvieron lugar entre febrero y marzo de 2013, cuando el acusado, movido por el «ánimo de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito», se hizo pasar por el propietario de un inmueble situado en Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar para negociar con él.
Así, autorizaba a varias personas de origen extranjero a empadronarse en el piso a cambio de dinero, con cantidades que oscilaban entre los 200 y los 360 euros, con lo que estafó a varias personas que pagaron estas cantidades para tratar de regularizar su situación.
En este sentido, el juez Luis Miguel Columna condena también al acusado a pagar una indemnización de 360 euros a uno de los estafados, así como los intereses legales que se pudieran derivar del tiempo transcurrido.
