Tres años de cárcel por estafar 500.000 euros a un empresario ejidense haciéndose pasar por un noble

La defensa argumentó que, por haber sido el engaño «tan burdo», se podía haber evitado lo que tildó de «error» del perjudicado con «la adopción de unas mínimas medidas de autoprotección»



EUROPA PRESS / 11·11·2015

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de tres años de cárcel para el ciudadano italiano que fue condenado por estafar 500.000 euros haciéndose pasar por un «noble» ante un conocido empresario de El Ejido, usando para ello «una mesa de grandes dimensiones» trucada.

El Alto Tribunal resuelve en un auto que no ha lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa de T.B., de 38 años, ya que considera acreditado que los hechos «describen una conducta engañosa, desplegada por el acusado, para hacer suyas diversas cantidades de dinero».

La defensa argumentó que, por haber sido el engaño «tan burdo», se podía haber evitado lo que tildó de «error» del perjudicado con «la adopción de unas mínimas medidas de autoprotección» por parte de este, y cuestionó que quedase acreditado en el acto de juicio ante la Sección Tercera que el empresario almeriense le hubiera entregado la suma de 500.000 euros, ya que «nadie fue testigo de la entrega y no se ha acreditado que éste fuera propietario de dicha cantidad en la fecha de los hechos».

Por contra, la Sala de lo Penal del Supremo remarca que el «engaño» por parte de T.B. es «evidente», ya que se hizo pasar por «un acaudalado aristócrata italiano» que buscaba inversiones, entregándole al empresario perjudicado, en una actuación previa a los hechos, la suma de 11.000 euros a cambio de 10.000 euros.

Así, recoge que se realizaron una serie de reuniones posteriores para operaciones mayores, «culminando con la del día 30 de diciembre de 2010, en la que se utiliza por T.B., en una sala del hotel, una mesa con dos cajones» trucada. En concreto, en el interior de la mesa se encontraba otra persona encargada de cambiar un cajón a otro el mismo paquete de billetes.

Añade el tribunal que para dar «mayor fuerza convictiva al engaño», el acusado escenificó actos tendentes a reforzar la idea de que, efectivamente, estaba entregando al empresario la suma de 1,5 millones de euros a cambio de 500.000 euros.

El auto indica, en esta línea, que dejó que el perjudicado llevara su propia máquina para contar el dinero y detectar el posible uso de billetes falsos, que ocultó la mesa en cuyo interior estaba otra persona con un mantel, que habían solicitado al hotel, y que la mesa llevada al establecimiento tenía características similares a las existentes en la sala de reuniones del mismo.