La muestra, compuesta por 31 pinturas y 15 esculturas, permanecerá abierta hasta el próximo 27 de febrero
Ramiro Sanz durante la presentación de su exposición |
ALMERÍA HOY / 11·02·2015
'Pintura y escultura' es el título de una gran exposición inaugurada esta tarde por la diputada de Cultura, María Vázquez, en el Patio de Luces de la Diputación, cuyo autor es Ramiro Sanz, un veterano artista jienense, afincado desde hace décadas en Almería, que propone una mirada liberadora a la Almería más desconocida a través del retrato, el paisaje y la escultura.
Ramiro Sanz llegó a Almería siendo catedrático de Dibujo, ha sido profesor de esta rama artística durante décadas en el Instituto Nicolás Salmerón. Antiguos alumnos presentes en la inauguración de la muestra lo caracterizan como un maestro «duro», un «muy buen pedagogo» que inculcaba al alumnado la necesidad vital de respetar la imagen y todos sus códigos.
En su discurso, Ramiro ha analizado su trabajo desde la perspectiva académica del profesor que ha deslumbrado a generaciones «enteras» de alumnos almerienses asumiendo y transmitiendo la relevancia del dibujo.
La muestra, compuesta por 31 pinturas, paisajes y retratos, y 15 esculturas, estará abierta hasta el próximo 27 de febrero, y es sólo una parte de la obra que acompaña al autor.
En este punto, Vázquez ha expresado su admiración por el brillante legado artístico de este pintor y escultor que, desde su casa en El Zapillo, ha sabido jugar con la luz, las formas, los símbolos y las figuras para mostrarnos un realismo, a veces, abstracto.
Para Vázquez, «la figura de Ramiro muestra la insondable sabiduría de un maestro del dibujo, un artista vocacional pero dotado de una poderosa y culta herramienta pedagógica».
Almería «es más biostásica que yerma», una realidad, a veces invisible, que el artista Ramiro Sanz ha sabido expresar con fuerza e inteligencia: «Lo sabe Ramiro mejor que muchos, pues la ha recorrido palmo a palmo, sendero a sendero, valorando luces y sombras, descubriendo formas, matices, complementarios y las razones científicas, en fin, que hacen de la luz probablemente el mejor medio hasta para hablar con Dios», asegura Vázquez.
Ramiro Sanz llegó a Almería siendo catedrático de Dibujo, ha sido profesor de esta rama artística durante décadas en el Instituto Nicolás Salmerón. Antiguos alumnos presentes en la inauguración de la muestra lo caracterizan como un maestro «duro», un «muy buen pedagogo» que inculcaba al alumnado la necesidad vital de respetar la imagen y todos sus códigos.
En su discurso, Ramiro ha analizado su trabajo desde la perspectiva académica del profesor que ha deslumbrado a generaciones «enteras» de alumnos almerienses asumiendo y transmitiendo la relevancia del dibujo.
La muestra, compuesta por 31 pinturas, paisajes y retratos, y 15 esculturas, estará abierta hasta el próximo 27 de febrero, y es sólo una parte de la obra que acompaña al autor.
En este punto, Vázquez ha expresado su admiración por el brillante legado artístico de este pintor y escultor que, desde su casa en El Zapillo, ha sabido jugar con la luz, las formas, los símbolos y las figuras para mostrarnos un realismo, a veces, abstracto.
Para Vázquez, «la figura de Ramiro muestra la insondable sabiduría de un maestro del dibujo, un artista vocacional pero dotado de una poderosa y culta herramienta pedagógica».
Almería «es más biostásica que yerma», una realidad, a veces invisible, que el artista Ramiro Sanz ha sabido expresar con fuerza e inteligencia: «Lo sabe Ramiro mejor que muchos, pues la ha recorrido palmo a palmo, sendero a sendero, valorando luces y sombras, descubriendo formas, matices, complementarios y las razones científicas, en fin, que hacen de la luz probablemente el mejor medio hasta para hablar con Dios», asegura Vázquez.