El nonato, de entre ocho y doce semanas de gestación, fue encontrado en el interior del pozo químico del WC por operarios que realizaban la limpieza del vehículo
Imagen de archivo / Lukas |
EUROPA PRESS / 26·02·2015
El Juzgado de Instrucción 4 de Almería ha decretado el sobreseimiento de la causa abierta para investigar el hallazgo, en septiembre de 2014, de un feto en el aseo de uno de los autobuses que cubre la línea entre los municipios de Manresa (Barcelona) y El Ejido.
El auto de archivo del procedimiento, que se seguía por un presunto delito de aborto, se produce al no haberse encontrado persona o personas contra las que dirigir el procedimiento, ya que las pesquisas de la Guardia Civil han dado un resultado «negativo», según han informado fuentes cercanas al caso.
La investigación se centró inicialmente en Valencia, después de que un hospital de esta comunidad informase del ingreso de una paciente, el 30 de septiembre de 2014, cuyos síntomas eran en principio «compatibles» con un «parto extrahospitalario y un posterior abandono». Si bien, el cotejo de las muestras de ADN tomadas a la mujer con las extraídas a «los restos humanos», descartaron su participación.
El feto, de entre ocho y doce semanas de gestación, fue encontrado a las 10:00 horas del 29 de septiembre por operarios que realizaban la limpieza del autobús en una nave de Huércal de Almería. Encontrándose en el interior del «pozo químico» del WC del vehículo «envuelto en papel».
El autobús, cuyo chófer aseguró a los agentes encargados de la investigación no haber «notado ni haberse percatado de ninguna situación anómala» entre los viajeros, había realizado hasta 23 paradas para subida y bajada de pasajeros, así como para el descanso y cambio de conductor en su ruta desde Manresa a El Ejido.
Ante la «dificultad» para la «plena identificación» de «todos» los usuarios de la línea, la Guardia Civil optó por pedir la colaboración de las Consejerías de Salud de Andalucía, Melilla, Valencia, Murcia y Cataluña para que aportasen los casos de pacientes atendidas en los últimos días con «síntomas compatibles de haber sufrido un aborto o parto espontáneo».
Líneas de investigación descartadas
La investigación habría descartado «en torno a cinco o seis posibilidades» hasta que recibió información procedente de la gerencia de un centro sanitario de la provincia de Alicante. En ella se detallaban las circunstancias del ingreso en la UCI de una mujer «por problemas placentarios» y se apuntaba la «sospecha» de un «parto extrahospitalario con un abandono posterior».
La citada información precisaba que la paciente «lo negaba todo», por lo que los agentes de la Policía Judicial se entrevistaron con su entorno familiar y amigos, y, por último, con la mujer en las dependencias del propio centro hospitalario; quien se reafirmó en «negar rotundamente» las presunciones realizadas en torno a su sintomatología.
En concreto, negó en la entrevista mantenida con los agentes haberse «sometido a un aborto en algún sitio de forma más económica» por no poder «pagarlo en una clínica». No obstante, sí admitió que en agosto había acudido a una «clínica a informarse sobre el aborto, que le dijeron que costaba 900 euros y que le habían remitido a Madrid» debido, según dijo, a la «premura con la que deseaban el aborto al no haber en esa clínica turno disponible».
En esta línea, reconoció que ella y su pareja «desistieron de su intención de aborto por no tener dinero» ya que en Madrid «costaba bastante más caro» y aseguró que los síntomas por los que fue ingresada se iniciaron «a mediados de septiembre por un fuerte constipado con fiebre».
A pesar de todo, «accedió de forma voluntaria» a la toma de una muestra de ADN para su cotejo con el perfil genético del feto, aún cuando el visionado de las cámaras de seguridad instaladas en lugares donde el autobús realizó parada «no arrojaba datos que permitan ubicarla en alguna de las estaciones de Alicante y Valencia».
El auto de archivo del procedimiento, que se seguía por un presunto delito de aborto, se produce al no haberse encontrado persona o personas contra las que dirigir el procedimiento, ya que las pesquisas de la Guardia Civil han dado un resultado «negativo», según han informado fuentes cercanas al caso.
La investigación se centró inicialmente en Valencia, después de que un hospital de esta comunidad informase del ingreso de una paciente, el 30 de septiembre de 2014, cuyos síntomas eran en principio «compatibles» con un «parto extrahospitalario y un posterior abandono». Si bien, el cotejo de las muestras de ADN tomadas a la mujer con las extraídas a «los restos humanos», descartaron su participación.
El feto, de entre ocho y doce semanas de gestación, fue encontrado a las 10:00 horas del 29 de septiembre por operarios que realizaban la limpieza del autobús en una nave de Huércal de Almería. Encontrándose en el interior del «pozo químico» del WC del vehículo «envuelto en papel».
El autobús, cuyo chófer aseguró a los agentes encargados de la investigación no haber «notado ni haberse percatado de ninguna situación anómala» entre los viajeros, había realizado hasta 23 paradas para subida y bajada de pasajeros, así como para el descanso y cambio de conductor en su ruta desde Manresa a El Ejido.
Ante la «dificultad» para la «plena identificación» de «todos» los usuarios de la línea, la Guardia Civil optó por pedir la colaboración de las Consejerías de Salud de Andalucía, Melilla, Valencia, Murcia y Cataluña para que aportasen los casos de pacientes atendidas en los últimos días con «síntomas compatibles de haber sufrido un aborto o parto espontáneo».
Líneas de investigación descartadas
La investigación habría descartado «en torno a cinco o seis posibilidades» hasta que recibió información procedente de la gerencia de un centro sanitario de la provincia de Alicante. En ella se detallaban las circunstancias del ingreso en la UCI de una mujer «por problemas placentarios» y se apuntaba la «sospecha» de un «parto extrahospitalario con un abandono posterior».
La citada información precisaba que la paciente «lo negaba todo», por lo que los agentes de la Policía Judicial se entrevistaron con su entorno familiar y amigos, y, por último, con la mujer en las dependencias del propio centro hospitalario; quien se reafirmó en «negar rotundamente» las presunciones realizadas en torno a su sintomatología.
En concreto, negó en la entrevista mantenida con los agentes haberse «sometido a un aborto en algún sitio de forma más económica» por no poder «pagarlo en una clínica». No obstante, sí admitió que en agosto había acudido a una «clínica a informarse sobre el aborto, que le dijeron que costaba 900 euros y que le habían remitido a Madrid» debido, según dijo, a la «premura con la que deseaban el aborto al no haber en esa clínica turno disponible».
En esta línea, reconoció que ella y su pareja «desistieron de su intención de aborto por no tener dinero» ya que en Madrid «costaba bastante más caro» y aseguró que los síntomas por los que fue ingresada se iniciaron «a mediados de septiembre por un fuerte constipado con fiebre».
A pesar de todo, «accedió de forma voluntaria» a la toma de una muestra de ADN para su cotejo con el perfil genético del feto, aún cuando el visionado de las cámaras de seguridad instaladas en lugares donde el autobús realizó parada «no arrojaba datos que permitan ubicarla en alguna de las estaciones de Alicante y Valencia».