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CLEMENTE FLORES
Parece fácil entender que lo que suceda en el futuro es consecuencia en buena parte de lo que estemos haciendo hoy y de que lo que estamos viviendo hoy, es fruto a su vez de como actuamos ayer, es decir de lo que hicimos o de lo que dejamos de hacer, y/o debíamos haber hecho. Si analizamos así los momentos que vivimos podemos aprender del pasado, que es una buena forma de no cometer los mismos errores cometidos, aunque las cosas no vayan a suceder en el futuro exactamente de la misma forma. Al hilo del tema voy a escribir del Hotel Moresco que es el edificio mas destacable y con mayor impacto visual de núcleo urbano de Mojácar.
Hace algunos años escribí, en Actualidad Almanzora, una larga serie de artículos dedicados a contar lo que, desde mi punto de vista, había sido la historia del urbanismo mojaquero de la segunda mitad del siglo XX y dediqué una entrega a los dos grandes hoteles construidos en el cerro original. Me dolió realizar un relato tan crítico, porque no tengo ninguna vocación de tocapelotas y se que mucha gente prefiere vivir “encantada de conocerse” aparentemente feliz y “a su bola” ajena, alejada, y voluntariamente insolidaria con los problemas comunes y con la realidad que le circunda y que no se siente bien si alguien se la expone y se la muestra con toda su crudeza. Es el viejo aforismo de “Que mi mujer no me engañe, si me engaña que no me entere y si me entero, que no me importe”.
“Hay gente pa to” dijo El Gallo y uno, que, a pesar de los años, no puede pasar por donde lo venden; hoy me pongo a escribir sobre el tema para analizarlo no en claves del pasado, que lo haré para aclarar el presente, sino también en coordenadas de futuro, que me inquietan y preocupan mucho más.
He leído en internet que el Hotel Moresco ha salido a subasta y que, una vez realizada la puja, el Hotel está sin adjudicar en manos del juzgado. También he leído, que cuando la Oposición ha preguntado en un pleno si el Ayuntamiento de Mojácar acudiría a la puja, se le contestado que no había dinero para ello. ¿Todos contentos? Yo no lo estoy porque me parece que el futuro del hotel no es una cuestión baladí.
No me sorprende la actitud del Ayuntamiento, pero a mi me preocupa tanto la situación actual, por lo que tiene que ver con el futuro de mi pueblo natal, que voy a iniciar desde aquí un debate abierto para que exponga sus ideas sobre esta cuestión, quien se sienta obligado a hacerlo, quien las tenga o quien crea que su opinión deba escucharse. En el caso de que alguien proponga otro foro, y creo que alguien tiene la obligación de hacerlo, estaré igualmente interesado en participar.
Hace algunos años, cuando escribí sobre los dos grandes hoteles, Mojácar y Moresco, decía yo que ambos habían acabado cerrando y que eran a mi parecer un ejemplo paradigmático del proceso de mala planificación, de la racanería para dotarlos de servicios y del descontrol de como se habían hecho las cosas. La imagen secular de un pueblo, Mojácar, de pobreza pintoresca y el impacto visual emocional, logrados colocando pequeñas construcciones cúbicas escalonadas a lo largo de siglos, se rompió por la mole vertical de los dos edificios.
En el caso del Moresco, el mazacote fue obra de unos ”arquitectos ingleses” que actuaron “haciendo y deshaciendo a su antojo” sin nadie que les controlase, limitase o condicionase las formas o volúmenes.
Mi conclusión era que la especulación, la cacicada y la falta de racionalidad manifiesta en la ausencia de planificación, fueron el caldo de cultivo de todo el proceso urbanístico que enraizó en los años sesenta y primeros de los setenta y añadía “Las condiciones del terreno eran idóneas para la siembra y el arraigo tan poderoso, que la cosecha sigue repitiéndose año tras año de forma espontánea”.
Concluía, hace años, que ni con tarjetas de Caja Madrid ni con Indalos de oro se abriría el hotel, dije que los buitres sobrevolaban sobre el cadáver y que los planificadores actuales del urbanismo mojaquero no habían entendido, o no habían querido entender, la lección del pasado y que, de cara al futuro, su ceguera era ponerse la soga al cuello o hacer que inversores y turistas se fueran con la música a otra parte.
También oí decir al propietario del hotel, Arturo Fernández, que había encargado un proyecto de adecuación a un arquitecto mojaquero y que la alcaldesa le estaba ya urgiendo el pago de la licencia, pese a las buenas relaciones que le habían llevado a concederle el Indalo de Oro de la Ciudad. Para el tema que me ocupa ahora la conversación es una curiosa anécdota, que no sé si es veraz en parte o en todo y, cuyo contenido, que he extractado, no me he preocupado de contrastar.
Ahora el Hotel, como ocurre casualmente con El Algarrobico, tiene un futuro que creo, y ojalá me equivoque, depende de los juzgados, lo cual añadiría mas incertidumbre al futuro.
Ésta situación viene a producirse cuando mas pesimistas son las previsiones de futuro del municipio de Mojácar por mucho incienso con que las quieran ocultar los corifeos del “estatus quo”.
Por primera vez el municipio, que llevaba treinta años creciendo espectacularmente, ha disminuido su población desde 2011 en un 22.1% y no conozco que se haya tomado ninguna medida de cóññññmo va a afectar el inminente brexit a más del 50% de población que es extranjera y en su mayor parte ingleses.
¿Qué futuro espera a un pueblo en el que el tanto por ciento de población de mayores de 65 años duplica prácticamente al de menores de 20? ¿Cuántos serán y donde estarán unos y otros dentro de 15 años?
Mojácar lleva años en que los grandes problemas o proyectos que afronta no sólo no se resuelven, sino que van entrando unos tras otro en vía muerta.
El Paseo Marítimo, una obra rentable y necesaria se ha estancado “sine die” por la insolidaridad personalista de los que teóricamente deberían estar más interesados en que se construyese.
Los atascos que sufren los visitantes, que quieren disfrutar de la playa, y no del camino de la playa, son desde hace veinte años, mayores cada día. La Junta de Andalucía encontró una escusa ideal para pararla el día que apareció alguien hablando del “Limonium estevei” que luego el ayuntamiento se comprometió por escrito a mantener en un “vivero” “fantasma”. .Al cabo de muchos años la solución que ahora se plantea ni es racional, ni es viable, ni tal como está planteada la puede hacer el Ayuntamiento.
El nuevo edificio del Ayuntamiento colocado bajo la Plaza Nueva se ha paralizado. No añade ninguna mejora a la gestión municipal y de momento solo ha servido para empeorar la habitabilidad y el uso de la Plaza-Mirador.
La depuradora supramunicipal hace tiempo que no puede depurar las aguas residuales de los núcleos de población previstos en principio y mucho menos las de los nuevos núcleos que se les han ido sumando y como consecuencia, descarada y cínicamente, las aguas negras se vierten al mar sin la depuración requerida pese a las rimbombantes promesas y a las reiteradas fotos de las no menos rimbombantes reuniones donde se ha venido hablando de la nueva depuradora necesaria.
Creo que en el camino emprendido para la puesta en valor del patrimonio histórico iniciado con las excavaciones de Mojácar La Vieja han vuelto a fallar los asesores áulicos y la relación coste-beneficio no les va a cuadrar. En este caso, fundamentalmente por los excesivos personalismos y el uso de una mala información, se está creando un problema que en unos pocos años les estallará en las manos y entonces se lamentará haber malogrado la iniciativa. Son sólo pinceladas del cuadro.
Por esas y otras cuestiones la situación del Moresco, que no es un problema menor, llega en un mal momento a pesar de que en el diálogo gobierno-oposición no se le de maldita importancia.
¿Sabe el Ayuntamiento quién y cómo ha valorado, de cara a la subasta, el Moresco? ¿Está incluida la deuda al Ayuntamiento entre la deuda que se salde con la subasta? En caso contrario ¿Cómo piensa el Ayuntamiento cobrar la deuda contraída ? ¿Qué piensa el Ayuntamiento que resolverán los jueces en cuyas manos está, al parecer, la patata? ¿Tiene previsto el Ayuntamiento alguna acción en caso de que la resolución judicial lleve a una solución parecida a la del Algarrobico? ¿Tiene previsto el Ayuntamiento plantearse alguna actuación en cuanto a la calificación urbanística de los terrenos de cara al futuro? De acuerdo con algunas declaraciones de la alcaldesa ¿Tiene o dispone el Ayuntamiento de algún informe técnico sobre el estado y conservación de las estructuras?
Caso de que existan o se produzcan daños estructurales en el futuro ¿Qué acciones emprenderá el Ayuntamiento? ¿Consentirá el Ayuntamiento que el edificio envejezca y se deteriore manteniendo su agresivo perfil sobre el de todo el pueblo o por el contrario optará por que se derribe parcial o totalmente?
Lector: Se necesitan ideas y opiniones. Se necesitan todas. El futuro de Mojácar depende en parte de ellas. El futuro de un pueblo es una cosa muy seria para dejarlo en manos de cualquiera.
Hace algunos años escribí, en Actualidad Almanzora, una larga serie de artículos dedicados a contar lo que, desde mi punto de vista, había sido la historia del urbanismo mojaquero de la segunda mitad del siglo XX y dediqué una entrega a los dos grandes hoteles construidos en el cerro original. Me dolió realizar un relato tan crítico, porque no tengo ninguna vocación de tocapelotas y se que mucha gente prefiere vivir “encantada de conocerse” aparentemente feliz y “a su bola” ajena, alejada, y voluntariamente insolidaria con los problemas comunes y con la realidad que le circunda y que no se siente bien si alguien se la expone y se la muestra con toda su crudeza. Es el viejo aforismo de “Que mi mujer no me engañe, si me engaña que no me entere y si me entero, que no me importe”.
“Hay gente pa to” dijo El Gallo y uno, que, a pesar de los años, no puede pasar por donde lo venden; hoy me pongo a escribir sobre el tema para analizarlo no en claves del pasado, que lo haré para aclarar el presente, sino también en coordenadas de futuro, que me inquietan y preocupan mucho más.
He leído en internet que el Hotel Moresco ha salido a subasta y que, una vez realizada la puja, el Hotel está sin adjudicar en manos del juzgado. También he leído, que cuando la Oposición ha preguntado en un pleno si el Ayuntamiento de Mojácar acudiría a la puja, se le contestado que no había dinero para ello. ¿Todos contentos? Yo no lo estoy porque me parece que el futuro del hotel no es una cuestión baladí.
No me sorprende la actitud del Ayuntamiento, pero a mi me preocupa tanto la situación actual, por lo que tiene que ver con el futuro de mi pueblo natal, que voy a iniciar desde aquí un debate abierto para que exponga sus ideas sobre esta cuestión, quien se sienta obligado a hacerlo, quien las tenga o quien crea que su opinión deba escucharse. En el caso de que alguien proponga otro foro, y creo que alguien tiene la obligación de hacerlo, estaré igualmente interesado en participar.
Hace algunos años, cuando escribí sobre los dos grandes hoteles, Mojácar y Moresco, decía yo que ambos habían acabado cerrando y que eran a mi parecer un ejemplo paradigmático del proceso de mala planificación, de la racanería para dotarlos de servicios y del descontrol de como se habían hecho las cosas. La imagen secular de un pueblo, Mojácar, de pobreza pintoresca y el impacto visual emocional, logrados colocando pequeñas construcciones cúbicas escalonadas a lo largo de siglos, se rompió por la mole vertical de los dos edificios.
En el caso del Moresco, el mazacote fue obra de unos ”arquitectos ingleses” que actuaron “haciendo y deshaciendo a su antojo” sin nadie que les controlase, limitase o condicionase las formas o volúmenes.
Mi conclusión era que la especulación, la cacicada y la falta de racionalidad manifiesta en la ausencia de planificación, fueron el caldo de cultivo de todo el proceso urbanístico que enraizó en los años sesenta y primeros de los setenta y añadía “Las condiciones del terreno eran idóneas para la siembra y el arraigo tan poderoso, que la cosecha sigue repitiéndose año tras año de forma espontánea”.
Concluía, hace años, que ni con tarjetas de Caja Madrid ni con Indalos de oro se abriría el hotel, dije que los buitres sobrevolaban sobre el cadáver y que los planificadores actuales del urbanismo mojaquero no habían entendido, o no habían querido entender, la lección del pasado y que, de cara al futuro, su ceguera era ponerse la soga al cuello o hacer que inversores y turistas se fueran con la música a otra parte.
También oí decir al propietario del hotel, Arturo Fernández, que había encargado un proyecto de adecuación a un arquitecto mojaquero y que la alcaldesa le estaba ya urgiendo el pago de la licencia, pese a las buenas relaciones que le habían llevado a concederle el Indalo de Oro de la Ciudad. Para el tema que me ocupa ahora la conversación es una curiosa anécdota, que no sé si es veraz en parte o en todo y, cuyo contenido, que he extractado, no me he preocupado de contrastar.
Ahora el Hotel, como ocurre casualmente con El Algarrobico, tiene un futuro que creo, y ojalá me equivoque, depende de los juzgados, lo cual añadiría mas incertidumbre al futuro.
Ésta situación viene a producirse cuando mas pesimistas son las previsiones de futuro del municipio de Mojácar por mucho incienso con que las quieran ocultar los corifeos del “estatus quo”.
Por primera vez el municipio, que llevaba treinta años creciendo espectacularmente, ha disminuido su población desde 2011 en un 22.1% y no conozco que se haya tomado ninguna medida de cóññññmo va a afectar el inminente brexit a más del 50% de población que es extranjera y en su mayor parte ingleses.
¿Qué futuro espera a un pueblo en el que el tanto por ciento de población de mayores de 65 años duplica prácticamente al de menores de 20? ¿Cuántos serán y donde estarán unos y otros dentro de 15 años?
Mojácar lleva años en que los grandes problemas o proyectos que afronta no sólo no se resuelven, sino que van entrando unos tras otro en vía muerta.
El Paseo Marítimo, una obra rentable y necesaria se ha estancado “sine die” por la insolidaridad personalista de los que teóricamente deberían estar más interesados en que se construyese.
Los atascos que sufren los visitantes, que quieren disfrutar de la playa, y no del camino de la playa, son desde hace veinte años, mayores cada día. La Junta de Andalucía encontró una escusa ideal para pararla el día que apareció alguien hablando del “Limonium estevei” que luego el ayuntamiento se comprometió por escrito a mantener en un “vivero” “fantasma”. .Al cabo de muchos años la solución que ahora se plantea ni es racional, ni es viable, ni tal como está planteada la puede hacer el Ayuntamiento.
El nuevo edificio del Ayuntamiento colocado bajo la Plaza Nueva se ha paralizado. No añade ninguna mejora a la gestión municipal y de momento solo ha servido para empeorar la habitabilidad y el uso de la Plaza-Mirador.
La depuradora supramunicipal hace tiempo que no puede depurar las aguas residuales de los núcleos de población previstos en principio y mucho menos las de los nuevos núcleos que se les han ido sumando y como consecuencia, descarada y cínicamente, las aguas negras se vierten al mar sin la depuración requerida pese a las rimbombantes promesas y a las reiteradas fotos de las no menos rimbombantes reuniones donde se ha venido hablando de la nueva depuradora necesaria.
Creo que en el camino emprendido para la puesta en valor del patrimonio histórico iniciado con las excavaciones de Mojácar La Vieja han vuelto a fallar los asesores áulicos y la relación coste-beneficio no les va a cuadrar. En este caso, fundamentalmente por los excesivos personalismos y el uso de una mala información, se está creando un problema que en unos pocos años les estallará en las manos y entonces se lamentará haber malogrado la iniciativa. Son sólo pinceladas del cuadro.
Por esas y otras cuestiones la situación del Moresco, que no es un problema menor, llega en un mal momento a pesar de que en el diálogo gobierno-oposición no se le de maldita importancia.
¿Sabe el Ayuntamiento quién y cómo ha valorado, de cara a la subasta, el Moresco? ¿Está incluida la deuda al Ayuntamiento entre la deuda que se salde con la subasta? En caso contrario ¿Cómo piensa el Ayuntamiento cobrar la deuda contraída ? ¿Qué piensa el Ayuntamiento que resolverán los jueces en cuyas manos está, al parecer, la patata? ¿Tiene previsto el Ayuntamiento alguna acción en caso de que la resolución judicial lleve a una solución parecida a la del Algarrobico? ¿Tiene previsto el Ayuntamiento plantearse alguna actuación en cuanto a la calificación urbanística de los terrenos de cara al futuro? De acuerdo con algunas declaraciones de la alcaldesa ¿Tiene o dispone el Ayuntamiento de algún informe técnico sobre el estado y conservación de las estructuras?
Caso de que existan o se produzcan daños estructurales en el futuro ¿Qué acciones emprenderá el Ayuntamiento? ¿Consentirá el Ayuntamiento que el edificio envejezca y se deteriore manteniendo su agresivo perfil sobre el de todo el pueblo o por el contrario optará por que se derribe parcial o totalmente?
Lector: Se necesitan ideas y opiniones. Se necesitan todas. El futuro de Mojácar depende en parte de ellas. El futuro de un pueblo es una cosa muy seria para dejarlo en manos de cualquiera.