ALMERÍA HOY / 26·12·2018
La plataforma almeriense de protección felina 'Seven Lives' ha condenado enérgicamente a través de sus redes sociales los últimos casos de envenenamientos de animales callejeros después de que una colonia de gatos de la capital almeriense «ha sido envenenada». «No se trata de un hecho aislado , ya van más de 200 ejemplares muertos en Almería , en el que la mayoría son gatos y algunos perros», alertan.
Desde el colectivo animalista han interpuesto denuncia, así como ha demandado un informe toxicológico e informe previo del veterinario «donde exponga que según las pruebas practicadas es compatible, en este caso con raticida».
«En la denuncia aparece como cuidadora de animales de la calle, en la denuncia se indica el tiempo que se lleva realizando la labor, pero lo más importante y lo que hasta ahora es un logro a pesar del dolor, es que nos consideren victimas del delito, a nosotras, a las cuidadoras y cuidadores, nos reconocen esta figura donde nos informa de los derechos que tenemos y donde podemos ejercerlos».
Por eso, las miradas se vuelven hacia las administraciones públicas, a las que acusan de mirar para otro lado con las colonias de gatos. «Sí señores de la Administración, la figura del cuidador aparece en la denuncia y nos considera victimas por el daño emocional y económico que supone llevar a cabo lo que ustedes no han sido capaces durante años. Los están matando del modo más cruel y vil —no sabemos quién— rastreramente y agónicamente, son más de 40 puntos de envenenamientos y más de 200 ejemplares muertos».
«Esto no es algo aislado —prosigue la publicación de 'Seven Lives' en su perfil de Facebook— ni casual, y recuerdo que los titulares de las fincas donde se producen esos sucesos son responsables civiles de lo que acontece. Además de delitos del 336, delito contra el medio ambiente y de salud pública, debe ser considerado una alarma social porque, palabras dichas por las FF.CC.SS.EE, esto no es normal y no hay explicación.
Denunciar es gratuito, llamar a la policía nacional también, que vengan y hagan atestado de los cuerpos muertos e informarles que los vivos se han llevado a una clínica veterinaria para su estudio , es vital, aportar el informe veterinario también. Si no lo hacemos, sólo son números... y esto no puede quedar así».
Así las cosas, apuntan que «si se hubiera hecho una denuncia por cada envenenamiento, aportado un informe veterinario y se hubiera hecho un análisis toxicolçogíco, estaríamos hablando de una magnitud del suceso que roza lo inverosímil y desborda cualquier explicación razonable». «Cada cuidador debe ser responsable de que se tome las medidas necesarias a que lo que está pasando en esta ciudad se esclarezca y se sepa. En nuestro caso, es compatible con raticida, en el resto no se sabe la sustancia. Nosotros seguiremos, la Federación Animali, se ha prestado a llevar las denuncias ante la Fiscalía de medio ambiente. No dejemos que esto se siga produciendo y caiga en el olvido».
Cita con el Gobierno
Desde la plataforma animalista trasladan que este jueves «tenemos cita en la Delegación de Gobierno y este mapa infernal se presentará para que entiendan que esto es causa de alarma social y que, como mínimo, deben hacer un comunicado todas las instituciones del desastre y la masacre que está pasando».
Llueve sobre mojado
Cabe recordar que el pasado mes de octubre, la concejal en el Ayuntamiento de Almería, la socialista Inés Plaza, urgía al Consistorio capitalino a «que actúe ya» con el control de las colonias de gatos en la ciudad poniendo en marcha el método CER (captura, esterilización y retorno al lugar de origen del gato) tras constatarse el envenenamiento de un grupo de ellos junto al Cable Francés, en el Paseo Marítimo de Almería.
Para los socialistas, entonces era «grave que se haya acabado con la vida de, al menos, ocho gatos» y además, «se trata de una situación de peligro que el Ayuntamiento podría haber evitado si hubiera puesto en marcha el método de control de las colonias felinas que los socialistas venimos reclamando, junto a colectivos como Seven Lives, desde 2016».
Ese peligro, ha ahondado, se traduce en que «lo mismo que estos gatos han ingerido veneno, podrían haberse visto afectadas otras mascotas domésticas o incluso niños que jueguen en la zona y que se acerquen atraídos por la presencia de los animales». La solución, ha proseguido, «es sencilla y solo requiere de voluntad política para ponerla en marcha», ya que «con el método CER se asegura que un grupo de cuidadores se haga cargo de la alimentación de los gatos, a través de pienso y acabando con las molestias de restos de comida sin control, además de que se mantenga la zona en unas adecuadas condiciones higiénico-sanitarias».
Desde el colectivo animalista han interpuesto denuncia, así como ha demandado un informe toxicológico e informe previo del veterinario «donde exponga que según las pruebas practicadas es compatible, en este caso con raticida».
«En la denuncia aparece como cuidadora de animales de la calle, en la denuncia se indica el tiempo que se lleva realizando la labor, pero lo más importante y lo que hasta ahora es un logro a pesar del dolor, es que nos consideren victimas del delito, a nosotras, a las cuidadoras y cuidadores, nos reconocen esta figura donde nos informa de los derechos que tenemos y donde podemos ejercerlos».
Por eso, las miradas se vuelven hacia las administraciones públicas, a las que acusan de mirar para otro lado con las colonias de gatos. «Sí señores de la Administración, la figura del cuidador aparece en la denuncia y nos considera victimas por el daño emocional y económico que supone llevar a cabo lo que ustedes no han sido capaces durante años. Los están matando del modo más cruel y vil —no sabemos quién— rastreramente y agónicamente, son más de 40 puntos de envenenamientos y más de 200 ejemplares muertos».
«Esto no es algo aislado —prosigue la publicación de 'Seven Lives' en su perfil de Facebook— ni casual, y recuerdo que los titulares de las fincas donde se producen esos sucesos son responsables civiles de lo que acontece. Además de delitos del 336, delito contra el medio ambiente y de salud pública, debe ser considerado una alarma social porque, palabras dichas por las FF.CC.SS.EE, esto no es normal y no hay explicación.
Denunciar es gratuito, llamar a la policía nacional también, que vengan y hagan atestado de los cuerpos muertos e informarles que los vivos se han llevado a una clínica veterinaria para su estudio , es vital, aportar el informe veterinario también. Si no lo hacemos, sólo son números... y esto no puede quedar así».
Así las cosas, apuntan que «si se hubiera hecho una denuncia por cada envenenamiento, aportado un informe veterinario y se hubiera hecho un análisis toxicolçogíco, estaríamos hablando de una magnitud del suceso que roza lo inverosímil y desborda cualquier explicación razonable». «Cada cuidador debe ser responsable de que se tome las medidas necesarias a que lo que está pasando en esta ciudad se esclarezca y se sepa. En nuestro caso, es compatible con raticida, en el resto no se sabe la sustancia. Nosotros seguiremos, la Federación Animali, se ha prestado a llevar las denuncias ante la Fiscalía de medio ambiente. No dejemos que esto se siga produciendo y caiga en el olvido».
Cita con el Gobierno
Desde la plataforma animalista trasladan que este jueves «tenemos cita en la Delegación de Gobierno y este mapa infernal se presentará para que entiendan que esto es causa de alarma social y que, como mínimo, deben hacer un comunicado todas las instituciones del desastre y la masacre que está pasando».
Llueve sobre mojado
Cabe recordar que el pasado mes de octubre, la concejal en el Ayuntamiento de Almería, la socialista Inés Plaza, urgía al Consistorio capitalino a «que actúe ya» con el control de las colonias de gatos en la ciudad poniendo en marcha el método CER (captura, esterilización y retorno al lugar de origen del gato) tras constatarse el envenenamiento de un grupo de ellos junto al Cable Francés, en el Paseo Marítimo de Almería.
Para los socialistas, entonces era «grave que se haya acabado con la vida de, al menos, ocho gatos» y además, «se trata de una situación de peligro que el Ayuntamiento podría haber evitado si hubiera puesto en marcha el método de control de las colonias felinas que los socialistas venimos reclamando, junto a colectivos como Seven Lives, desde 2016».
Ese peligro, ha ahondado, se traduce en que «lo mismo que estos gatos han ingerido veneno, podrían haberse visto afectadas otras mascotas domésticas o incluso niños que jueguen en la zona y que se acerquen atraídos por la presencia de los animales». La solución, ha proseguido, «es sencilla y solo requiere de voluntad política para ponerla en marcha», ya que «con el método CER se asegura que un grupo de cuidadores se haga cargo de la alimentación de los gatos, a través de pienso y acabando con las molestias de restos de comida sin control, además de que se mantenga la zona en unas adecuadas condiciones higiénico-sanitarias».