Las plagas que 'devoran' la ya escasa vegetación almeriense

Tras el 'picudo rojo', el 'picudo negro' o la 'cochinilla del carmín', la última amenaza son los 'perforadores' que se propagan por Los Filabres




ALMERÍA HOY / 11·12·2017

Tras diezmar la sierra de Baza (Granada), toda una plaga de insectos denominados perforadores está afectando seriamente a multitud de ejemplares de pino distribuidos por la sierra de Los Filabres. Sin embargo, mientras la Junta de Andalucía ha reservado unos tres millones de euros para afrontar este problema en suelo granadino, en el caso de la provincia de Almería aún no se ha abordado una amenaza que, en un sólo año, ha acabado con cientos de miles de pinos que daban vida y color a la comarca de Baza.

Según datos de Medio Ambiente consultados por ALMERÍA HOY, hay casi 2.000 hectáreas afectadas en suelo andaluz. Huelga decir que este insecto acostumbra a 'infiltrarse' en los árboles durante el verano para hacerse notar con la llegada del frío. Y es precisamente la tardanza en la llegada del frío otoñal una de las principales causas para la proliferación de estos insectos, ya que las heladas son el 'insecticida' natural que regula su presencia en los montes. Aunque desde la Junta apuntan, sobre todo, al «decaimiento de las repoblaciones forestales»

Desde la Consejería de Medio Ambiente explican que, desde hace algunos años, los técnicos vienen observando la presencia de árboles con descortezamientos y exudaciones de resina en varias localizaciones de la provincia de Granada. En febrero de 2014, en una visita a la zona de El Robledal (Alhama de Granada) se pudo localizar bajo la corteza de algunos pies un gran número de hembras de cochinilla corticícola (Matsucoccus feytaudi). A raíz de este descubrimiento la Red de Alerta Fitosanitaria (RED FIFO) inició una revisión de las situaciones similares presentes en Granada, y posteriormente en Almería y Jaén. Se localizaron varias zonas con árboles con síntomas compatibles con el insecto y grupos de ninfas situadas en las grietas de la corteza, en masas de Albuñuelas, Soportújar, comarca de El Marquesado y pinares de la Sierra de Baza.


Otros episodios de decaimiento en la zona

Desde Medio Ambiente apuntan que, en la zona de estudio, se han constatado episodios previos de muerte masiva de arbolado. Es de destacar el episodio de decaimiento que afectó a los pinares de repoblación de pino silvestre (Pinus sylvestris) y pino salgareño (Pinus nigra) de la sierra de los Filabres y, en menor medida, de la sierra de Baza, a principios de siglo, comenzando en 2001. En este episodio no se identificó ningún agente biológico como principal desencadenante (plaga o enfermedad), relacionándose el decaimiento con la incidencia de fenómenos climáticos como la mayor severidad de los episodios de sequía, la reducción de las precipitaciones primaverales y el incremento de las temperaturas, que actúan sobre unas formaciones vegetales procedentes de repoblación cuyas especies están próximas a su límite de distribución y que presentan una estructura poco adecuada (elevada densidad y, por tanto, excesiva competencia por los recursos hídricos). Fruto de este episodio y de otros similares, se han realizado estudios sobre los factores que intervienen en los procesos de decaimiento de las especies de pinos mediterráneos y las recomendaciones de manejo para reducir los daños, investigaciones que muestran que estos fenómenos suelen ser provocados por múltiples factores.


Pitas, palmeras y chumberas


Y llueve sobre mojado, ya que en los últimos años otros insectos ya han hecho estragos en la vegetación almeriense. Así, el 'picudo negro' se ha convertido —con permiso de la Junta de Andalucía— en el mayor enemigo de las miles de pitas que hay repartidas, sobre todo, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, así como la 'cochinilla del carmín' que se ha convertido en una pesadilla para las chumberas.

Ello, sin obviar el 'picudo rojo': en 2010, el Gobierno andaluz declaraba como «utilidad pública» la lucha contra esta plaga que afecta sobre todo a las palmeras, y que en prácticamente todas las localidades costeras de la provincia ha obligado a ayuntamientos a talar no pocos ejemplares. Todo, mientras sigue existiendo una seria amenaza de la 'xylella fastidiosa'.