Telecinco emite por segundo día seguido un especial sobre el mundo de la prostitución entre invernaderos
ALMERÍA HOY / 19·09·2017
A raíz del especial sobre prostitución entre invernaderos almerienses emitido este lunes por 'El Programa de Ana Rosa' (Telecinco), la cadena de Mediaset ha continuado este martes dedicando buena parte de su espacio a debatir sobre esta situación que sus cámaras grabaron entre Roquetas de Mar y La Mojonera.
En una mesa redonda en la que se encontraba, entre otros, el psiquiatra José Miguel Gaona, se hablaba sobre cómo y por qué estas mujeres —la inmensa mayoría inmigrantes africanas— terminan convertidas en «esclavas sexuales». Con tarifas de 15 euros por «servicio» —de los que buena parte van a parar a los proxenetas a los que deben de abonar la «deuda» contraída al llegar a España—, la vida de estas mujeres termina convirtiéndose en un infierno. Eso sí; si la prostituta es rusa, cobra 20 euros por servicio, cinco más que las africanas.
En uno de los prostíbulos —cortijos— hay niños pequeños, hijos de las prostitutas. Una de ellas ejerce estando embarazada. Otra afirma que, tras pagar su «deuda» son la mafia que la trajo a España, ha seguido ejerciendo al no encontrar otra forma de ganarse la vida. La mayoría de ellas pagan 40 euros a la semana por trabajar en el cortijo. «Si todo esto está a la vista de todo el mundo, ¿por qué nadie hace nada?», terminaban preguntándose los tertulianos antes de despedir el reportaje.
En una mesa redonda en la que se encontraba, entre otros, el psiquiatra José Miguel Gaona, se hablaba sobre cómo y por qué estas mujeres —la inmensa mayoría inmigrantes africanas— terminan convertidas en «esclavas sexuales». Con tarifas de 15 euros por «servicio» —de los que buena parte van a parar a los proxenetas a los que deben de abonar la «deuda» contraída al llegar a España—, la vida de estas mujeres termina convirtiéndose en un infierno. Eso sí; si la prostituta es rusa, cobra 20 euros por servicio, cinco más que las africanas.
En uno de los prostíbulos —cortijos— hay niños pequeños, hijos de las prostitutas. Una de ellas ejerce estando embarazada. Otra afirma que, tras pagar su «deuda» son la mafia que la trajo a España, ha seguido ejerciendo al no encontrar otra forma de ganarse la vida. La mayoría de ellas pagan 40 euros a la semana por trabajar en el cortijo. «Si todo esto está a la vista de todo el mundo, ¿por qué nadie hace nada?», terminaban preguntándose los tertulianos antes de despedir el reportaje.