Así lo denuncian los regantes almerienses tras comprobar que sigue en vigor el corte de agua que desde el pasado jueves afecta a más de 3.100 hectáreas en el Bajo Andarax
Plantación de naranjas en Gádor. |
ALMERÍA HOY / 08·05·2017
La Federación de Regantes de Almería (Feral) ha comprobado este lunes que sigue en vigor el corte de agua que desde el pasado jueves afecta a más de 3.100 hectáreas de cultivos en el Bajo Andarax. Durante el pasado fin de semana, algunas fincas ya han agotado sus reservas de agua embalsada y está previsto que en las próximas horas tengan que arrancar la plantación, según los regantes. «Las fincas con balsas más grandes aún tienen autonomía de riego para uno o dos días más, aunque también se verán obligadas al arranque total de las plantaciones si la Consejería de Medio Ambiente no desbloquea antes esta lamentable situación», han advertido.
«Mientras tanto, los más de 30.000 metros cúbicos de agua que cada día han dejado de recibir los agricultores del Bajo Andarax se vierten directamente al mar sin ningún tipo de aprovechamiento, a pesar de ser aguas depuradas en la estación de El Bobar y por cuyo tratamiento pagan un cánon todos los ciudadanos», han trasladado desde Feral mediante un comunicado.
Según apuntan los regantes, en situación de normalidad, esas aguas depuradas son las que riegan el Bajo Andarax después de recibir el correspondiente tratamiento de desinfección en la planta que gestiona en Viator la Comunidad General de Usuarios de Aguas de Almería (CGUAL).
«El vertido de las aguas depuradas al mar, junto con las pérdidas de producción agrícola, son dos factores que desde la mañana de hoy lunes están ya en boca de los operadores comerciales». A juicio de Feral, la decisión adoptada por la Consejería de Medio Ambiente «provoca un grave deterioro de la imagen que el sector agrícola almeriense está trasladando al exterior en estos momentos, especialmente en aspectos como la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente».
«La preocupación y el nerviosismo están haciendo mella entre los agricultores afectados, que no reciben agua de riego desde el pasado jueves. Según hemos comprobado, en el campo nadie entiende que la Consejería de Medio Ambiente haya decidido cortar el agua sin asegurar antes otro recurso alternativo que garantice la supervivencia de las cosechas. Insistimos en que ha sido una decisión precipitada, ya que sean cuales sean los presuntos incumplimientos administrativos de los gestores de la red de distribución de aguas regeneradas, está claro que no se puede dejar sin riego a miles de explotaciones agrícolas que se encuentran en plena campaña de tomate, melón y sandía», recuerda el presidente de Feral, José Antonio Fernández.
«Mientras tanto, los más de 30.000 metros cúbicos de agua que cada día han dejado de recibir los agricultores del Bajo Andarax se vierten directamente al mar sin ningún tipo de aprovechamiento, a pesar de ser aguas depuradas en la estación de El Bobar y por cuyo tratamiento pagan un cánon todos los ciudadanos», han trasladado desde Feral mediante un comunicado.
Según apuntan los regantes, en situación de normalidad, esas aguas depuradas son las que riegan el Bajo Andarax después de recibir el correspondiente tratamiento de desinfección en la planta que gestiona en Viator la Comunidad General de Usuarios de Aguas de Almería (CGUAL).
«El vertido de las aguas depuradas al mar, junto con las pérdidas de producción agrícola, son dos factores que desde la mañana de hoy lunes están ya en boca de los operadores comerciales». A juicio de Feral, la decisión adoptada por la Consejería de Medio Ambiente «provoca un grave deterioro de la imagen que el sector agrícola almeriense está trasladando al exterior en estos momentos, especialmente en aspectos como la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente».
«La preocupación y el nerviosismo están haciendo mella entre los agricultores afectados, que no reciben agua de riego desde el pasado jueves. Según hemos comprobado, en el campo nadie entiende que la Consejería de Medio Ambiente haya decidido cortar el agua sin asegurar antes otro recurso alternativo que garantice la supervivencia de las cosechas. Insistimos en que ha sido una decisión precipitada, ya que sean cuales sean los presuntos incumplimientos administrativos de los gestores de la red de distribución de aguas regeneradas, está claro que no se puede dejar sin riego a miles de explotaciones agrícolas que se encuentran en plena campaña de tomate, melón y sandía», recuerda el presidente de Feral, José Antonio Fernández.