A pesar del canon autonómico del agua impuesto en 2011 por la Junta de Andalucía, faltan varias actuaciones para acabar con este problema histórico
El edil capitalino, Carlos Sánchez (PP) señala una acumulación de aguas fecales en el río Andarax. |
ALMERÍA HOY / 26·01·2017
En el día mundial de la educación ambiental, varios municipios almerienses, incluida la capital, siguen esperando obras de la Junta de Andalucía para dejar de soportar las consecuencias de los vertidos de aguas fecales en determinadas cauces y ramblas, como ocurre en el río Andarax. En ese sentido, el Ayuntamiento de Almería ha recordado esta semana a Susana Díaz distintas actuaciones pendientes, por ejemplo, en la EDAR de El Bobar.
En este caso y según el Consistorio almeriense, falta la «inclusión de obras de sistema terciario en la ampliación de la Depuradora de El Bobar». Si bien esta depuradora se encuentra en la capital, de ella depende que los pueblos del Bajo Andarax —Huércal de Almería, Viator, Pechina, Benahadux, Rioja, Santa Fe y Gádor— cesen de verter sus aguas residuales al río, y aunque estaba previsto que estos municipios se conectaran a la EDAR en 2016, aún se está a la espera.
De hecho, el Ayuntamiento de Almería ha trasladado que «es necesaria la conexión de las tuberías de saneamiento de todos estos municipios del Bajo Andarax al colector ejecutado para evitar el vertido de residuos al río», algo para lo que «se hace necesaria la participación activa de la administración autonómica andaluza».
También en la capital almeriense y según el propio Ayuntamiento, queda por ejecutar la construcción de 13 colectores y emisarios de aguas pluviales en el Paseo Marítimo de El Zapillo, así como ampliar la EDAR de Cabo de Gata —que se satura cada verano—, al tiempo que la Almadraba de Monteleva carece de depuración de residuales. Incluso en un colegio público de la capital almeriense y hasta no hace mucho, han tenido que soportar goteras de aguas fecales en el comedor de la escuela.
Obras pendientes en Huércal-Overa, Níjar, El Ejido, Arboleas...
La situación de los vertidos en el Andarax es extensible a otros cauces almerienses, como el río Antas o el Almanzora. Es más; en el resto de la provincia también esperan distintas actuaciones que pongan fin de una vez a los vertidos de aguas fecales. Así, en Antas aguardan la construcción de una nueva EDAR desde la riada que destrozó la antigua depuradora en 2012. En Huércal-Overa se les ha quedado pequeña la depuradora, por lo que el pasado verano se aprobó la adjudicación de las obras de ampliación.
En Arboleas también llevan desde aquella riada tratando de resolver problemas de saneamiento que provocan malos olores y vertidos incontrolados de aguas sin depurar.
En El Ejido han pedido recientemente a la Junta de Andalucía lo mismo que en Huércal-Overa; que la Junta amplíe una EDAR que está al «límite» de su capacidad, mientras que en Níjar también esperan que la nueva estación depuradora de aguas residuales de El Cautivo ponga fin a los problemas de saneamiento.
En este caso y según el Consistorio almeriense, falta la «inclusión de obras de sistema terciario en la ampliación de la Depuradora de El Bobar». Si bien esta depuradora se encuentra en la capital, de ella depende que los pueblos del Bajo Andarax —Huércal de Almería, Viator, Pechina, Benahadux, Rioja, Santa Fe y Gádor— cesen de verter sus aguas residuales al río, y aunque estaba previsto que estos municipios se conectaran a la EDAR en 2016, aún se está a la espera.
De hecho, el Ayuntamiento de Almería ha trasladado que «es necesaria la conexión de las tuberías de saneamiento de todos estos municipios del Bajo Andarax al colector ejecutado para evitar el vertido de residuos al río», algo para lo que «se hace necesaria la participación activa de la administración autonómica andaluza».
También en la capital almeriense y según el propio Ayuntamiento, queda por ejecutar la construcción de 13 colectores y emisarios de aguas pluviales en el Paseo Marítimo de El Zapillo, así como ampliar la EDAR de Cabo de Gata —que se satura cada verano—, al tiempo que la Almadraba de Monteleva carece de depuración de residuales. Incluso en un colegio público de la capital almeriense y hasta no hace mucho, han tenido que soportar goteras de aguas fecales en el comedor de la escuela.
Obras pendientes en Huércal-Overa, Níjar, El Ejido, Arboleas...
La situación de los vertidos en el Andarax es extensible a otros cauces almerienses, como el río Antas o el Almanzora. Es más; en el resto de la provincia también esperan distintas actuaciones que pongan fin de una vez a los vertidos de aguas fecales. Así, en Antas aguardan la construcción de una nueva EDAR desde la riada que destrozó la antigua depuradora en 2012. En Huércal-Overa se les ha quedado pequeña la depuradora, por lo que el pasado verano se aprobó la adjudicación de las obras de ampliación.
En Arboleas también llevan desde aquella riada tratando de resolver problemas de saneamiento que provocan malos olores y vertidos incontrolados de aguas sin depurar.
En El Ejido han pedido recientemente a la Junta de Andalucía lo mismo que en Huércal-Overa; que la Junta amplíe una EDAR que está al «límite» de su capacidad, mientras que en Níjar también esperan que la nueva estación depuradora de aguas residuales de El Cautivo ponga fin a los problemas de saneamiento.