Agricultores almerienses pagan el «agua más cara de España»

Desde FERAL apoyan el paro agrario del 4 de febrero porque el agua desalada «no se paga con precios por debajo de los costes de producción»


Desaladora del Campo de Dalías, en Balanegra.

ALMERÍA HOY / 26·01·2016

La Federación de Regantes de Almería (FERAL) ha advertido que «el agua más cara de España no se paga con precios por debajo de los costes de producción» en alusión a la crisis de precios del sector, sentido en el que ha mostrado su apoyo al paro agrario del 4 de febrero.

Según transmiten desde FERAL, los actuales precios en origen, los que percibe el agricultor, «se encuentran desde hace meses por debajo de los costes de producción», con lo que se hace más difícil aún abonar una agua de por sí costosa.

«Desde el inicio de la presente campaña agrícola en Almería, los precios en origen de la mayoría de los cultivos de invernadero impiden en muchos casos obtener beneficios, una situación que ha generalizado entre los agricultores una acuciante falta de rentabilidad con la que resulta imposible seguir pagando el agua más cara de España», según el presidente de FERAL, José Antonio Fernández.

Fernández apunta que, actualmente, el consumo de agua de riego representa en torno al 10% de los costes de producción en un ciclo de cultivo, según los datos facilitados esta misma semana por las comunidades de regantes asociadas a FERAL.

El coste del agua puede variar según el cultivo, la zona de producción y el origen de los caudales utilizados, siendo el agua desalada la más cara con precios medios que superan los 0,52 euros por metro cúbico. «Por ejemplo, cosechar una hectárea de tomate puede suponer un coste en agua superior a los 3.000 euros en algunas zonas de Almería», apuntan desde FERAL.

«Por todo ello, FERAL quiere mostrar su preocupación ante el aumento de la oferta de agua desalada en diferentes zonas de la provincia como la opción elegida por las administraciones para asegurar el abastecimiento de agua de riego que necesita la agricultura intensiva».

Los regantes finalizan afirmando que «ante un escenario de pérdida de rentabilidad y ante un claro signo negativo en la cuenta de resultados de muchas explotaciones agrícolas urge la búsqueda de nuevas soluciones de comercialización y también la apertura de otras vías para garantizar el agua a un precio justo y asumible por el regante, y por todo ello seguiremos reclamando la interconexión de cuencas».