La estatua del Sagrado Corazón

'Fusilada' y despeñada por un barranco durante una serie ataques anticlericales en los inicios de la Guerra Civil, su imagen domina la ciudad de Almería desde el popular Cerro de San Cristóbal


Estatua del Sagrado Corazón de Jesús. | Fotografía: Jesús Muñoz.

JESÚS MUÑOZ / 27·12·2015

Coronando el cerro y con un aspecto nocturno, casi fantasmagórico, encontramos una de las estatuas más antiguas de la ciudad de Almería: la del Sagrado Corazón de Jesús. Este monumento abre sus manos bendiciendo a los almerienses y presidiendo uno de los rincones más privilegiados de la capital —a pesar de su lamentable situación actual—.

La estatua, de 5 metros de altura, fue tallada en mármol de Macael por el escultor granadino José Navas-Parejo, y dispuesta sobre un pedestal de piedra de las canteras de Alhama, en un espacio diseñado por el conocido arquitecto municipal Guillermo Langle.

Se situó en la explanada cercana a la Ermita de San Cristóbal —desaparecida en la actualidad— y fue inaugurada el 30 de abril de 1930 tras varios años de obras. Su colocación fue todo un acontecimiento en la Almería de la época: las calles se engalanaron con flores y arcos vegetales para recibir a la comitiva y se celebró una ceremonia religiosa al aire libre por parte del Cardenal Primado a la que acudieron todas las fuerzas vivas de la ciudad.

Sin embargo, apenas un par de años después de su inauguración el monumento se vio envuelto en la polémica, surgiendo numerosas voces que abogaban por su retirada, hasta que fue finalmente destruido en una serie de ataques anticlericales a inicios de la Guerra Civil que concluyeron con el 'fusilamiento' de la estatua y su despeñamiento por un barranco cercano.

No sería hasta el final de la contienda cuando la escultura fue reconstruida y colocada sobre un nuevo pedestal, esta vez mucho más sencillo y ya sin la presencia de la ermita contigua. En la actualidad la zona ha sido sometida a varias restauraciones, aunque el secular abandono del barrio circundante convierte la subida a uno de los rincones más tradicionales de Almería en una experiencia tortuosa.