Según estimaciones de la alcaldesa de la localidad, las expropiaciones de terrenos para su construcción estarán terminadas para el mes de enero
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| La crecida del río Antas ocurrida en 2012 destrozó la vieja depuradora (al fondo). // Imagen: Rodrigo Alonso. |
ALMERÍA HOY / 30·09·2015
La alcaldesa de Antas, Isabel Belmonte (PP), ha explicado a ALMERÍA HOY que las expropiaciones de terrenos para construir la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) en la localidad podrían finalizar en enero «si todo va bien». Así y según Belmonte, antes del próximo verano la Junta de Andalucía podría haber adjudicado la obra de esta infraestructura.
«Tras la aprobación del proyecto y tras cambiar los suelos afectados de rústicos a dotacionales, ahora estamos inmersos en la fase de expropiaciones», ha expresado la primera edil añadiendo que se trata de «unos 40 afectados» por dichas expropiaciones, la mayoría de los cuales lo están por «derechos de paso».
Cabe recordar que, tras las lluvias torrenciales de 2012, la vieja depuradora quedó destrozada, lo que provocó que, durante meses, las aguas fecales del municipio antuso se vertieran directamente al río Antas —que desemboca en la playa de Vera— con los consiguientes problemas medioambientales y de malos olores.
Según ha aclarado la alcaldesa, la solución «temporal» que se dio a aquellos vertidos al río fue la disposición de dos decantadores como sistema de depuración —una especie de grandes cisternas— que costaron unos 170.000 euros «pagados a pulmón por el Ayuntamiento», recuerda Belmonte. Esa cifra debe sumarse a los 30.000 euros que costarán, aproximadamente, las expropiaciones de terrenos para la futura EDAR, algo para lo que se ha pedido ayuda a la Diputación Provincial.
«Tras la aprobación del proyecto y tras cambiar los suelos afectados de rústicos a dotacionales, ahora estamos inmersos en la fase de expropiaciones», ha expresado la primera edil añadiendo que se trata de «unos 40 afectados» por dichas expropiaciones, la mayoría de los cuales lo están por «derechos de paso».
Cabe recordar que, tras las lluvias torrenciales de 2012, la vieja depuradora quedó destrozada, lo que provocó que, durante meses, las aguas fecales del municipio antuso se vertieran directamente al río Antas —que desemboca en la playa de Vera— con los consiguientes problemas medioambientales y de malos olores.
Según ha aclarado la alcaldesa, la solución «temporal» que se dio a aquellos vertidos al río fue la disposición de dos decantadores como sistema de depuración —una especie de grandes cisternas— que costaron unos 170.000 euros «pagados a pulmón por el Ayuntamiento», recuerda Belmonte. Esa cifra debe sumarse a los 30.000 euros que costarán, aproximadamente, las expropiaciones de terrenos para la futura EDAR, algo para lo que se ha pedido ayuda a la Diputación Provincial.
