Según el alcalde de la localidad, la sequía y el aumento de población que se produce cada verano les obliga endeudarse para comprar agua
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| Una vecina de Benizalón rellena sus botellas de agua. |
ALMERÍA HOY / 31·07·2015
Cuando no hace ni un año desde que la Diputación Provincial inaugurase la planta potabilizadora de agua en Benizalón, el alcalde de esta pequeña localidad de Los Filabres, Emilio Cid (PP), ha explicado a ALMERÍA HOY que el Ayuntamiento que dirige tendrá «muy probablemente» que volver a recurrir a las cubas de agua durante el mes de agosto.
Cabe recordar que, desde 2011, los vecinos de Benizalón, con la llegada de cada verano, veían cómo se prohibía el consumo de agua que salía por grifos y fuentes públicas debido a los altos niveles de uranio detectados. Así las cosas y mientras la Agencia Andaluza del Agua (AAA) prometía investigar las causas de esta «contaminación radioactiva», la Diputación Provincial ponía en marcha una planta potabilizadora —inaugurada en septiembre de 2014— para evitar que los vecinos de Benizalón tuvieran que recurrir a las «cubas de agua» que el Consistorio compraba cada verano.
En ese sentido, Emilio Cid aclara que la solución temporal para no dejar a los vecinos sin abastecimiento de algo tan elemental como el agua consistía en «trasvasar» ciertas cantidades del preciado líquido desde la planta potabilizadora de la vecina localidad de Benitagla, y sumarlas a las que se adquieren mediante la compra de cubas de agua.
Benizalón cuenta con menos de 300 habitantes censados, pero durante el verano la población se dispara, y por ende, también el consumo de agua, lo que obliga a recurrir a las «cubas», algo que sale «muy caro» al pueblo. En verano 2011, el Ayuntamiento de Benizalón se gastó 1.000 euros diarios en cubas de agua, y en 2012, unos 12.000 euros al mes, unas cantidades importantes para un municipio tan «pequeño y humilde». Otro dato: en febrero de 2012, Benizalón llegó a deber 70.000 euros sólo en cubas de agua.
Al ser preguntado por la «investigación» abierta por la AAA —dependiente de la Junta de Andalucía—, Emilio Cid se lamenta: «No nos han hecho mucho caso». En cuanto a la planta potabilizadora —que ha costado 80.000 euros— levantada por la Diputación, el alcalde se muestra «agradecido» a la institución provincial, pero afirma que dicha planta «rechaza un 30% del agua» que le llega, algo que, unido al incremento de población que se produce en verano, obliga al Ayuntamiento a volver a recurrir a las cubas de agua.
Cabe recordar que, desde 2011, los vecinos de Benizalón, con la llegada de cada verano, veían cómo se prohibía el consumo de agua que salía por grifos y fuentes públicas debido a los altos niveles de uranio detectados. Así las cosas y mientras la Agencia Andaluza del Agua (AAA) prometía investigar las causas de esta «contaminación radioactiva», la Diputación Provincial ponía en marcha una planta potabilizadora —inaugurada en septiembre de 2014— para evitar que los vecinos de Benizalón tuvieran que recurrir a las «cubas de agua» que el Consistorio compraba cada verano.
En ese sentido, Emilio Cid aclara que la solución temporal para no dejar a los vecinos sin abastecimiento de algo tan elemental como el agua consistía en «trasvasar» ciertas cantidades del preciado líquido desde la planta potabilizadora de la vecina localidad de Benitagla, y sumarlas a las que se adquieren mediante la compra de cubas de agua.
Benizalón cuenta con menos de 300 habitantes censados, pero durante el verano la población se dispara, y por ende, también el consumo de agua, lo que obliga a recurrir a las «cubas», algo que sale «muy caro» al pueblo. En verano 2011, el Ayuntamiento de Benizalón se gastó 1.000 euros diarios en cubas de agua, y en 2012, unos 12.000 euros al mes, unas cantidades importantes para un municipio tan «pequeño y humilde». Otro dato: en febrero de 2012, Benizalón llegó a deber 70.000 euros sólo en cubas de agua.
Al ser preguntado por la «investigación» abierta por la AAA —dependiente de la Junta de Andalucía—, Emilio Cid se lamenta: «No nos han hecho mucho caso». En cuanto a la planta potabilizadora —que ha costado 80.000 euros— levantada por la Diputación, el alcalde se muestra «agradecido» a la institución provincial, pero afirma que dicha planta «rechaza un 30% del agua» que le llega, algo que, unido al incremento de población que se produce en verano, obliga al Ayuntamiento a volver a recurrir a las cubas de agua.
